Santiago Guerra Millán es arqueólogo de la Dirección General
de Bibliotecas, Museos y Patrimonio Cultural de la Junta de Extremadura,
galardonado, entre muchos otros, con el premio de investigación Quinto Cecilio
Metello por su trabajo sobre el Teatro Romano de Medellín.
Pieza fundamental también de la puesta en valor del Dolmen
de Valdecaballeros y autor de numerosos trabajos relativos al expolio
arqueológico y de gestión del Patrimonio cultural de Extremadura, desde donde
hace una labor impagable.
Con la amabilidad que le caracteriza, este amigo rápidamente
atendió a mi llamada y quiere compartir con nosotros uno de sus trabajos.
JOSÉ CARLOS SAQUETE
CHAMIZO y SANTIAGO GUERRA MILLÁN
UNA INSCRIPCIÓN
CONSTRUCTIVA PROCEDENTE DE METELLINUM
A finales de octubre de 2008 uno de nosotros fue informado de la existencia de un gran bloque de cuarcita con inscripción que estaba formando parte de la escollera que se hizo a comienzos del siglo XXI cerca del puente construido en tiempos del rey Felipe IV sobre el río Guadiana a su paso por Medellín (Badajoz)1.
Localizada efectivamente en el talud aguas arriba del
estribo sur del puente y siguiendo las indicaciones de la Dirección General de
Patrimonio Cultural de la Junta de Extremadura, el bloque de piedra fue
extraído de la citada escollera, siendo depositado en el Centro de
Interpretación del yacimiento arqueológico de Medellín que existe en el
interior de la Iglesia de Santiago, donde hoy se conserva expuesto al público2.
Se trata, como ya se ha dicho, de un bloque de cuarcita
rectangular y de grandes dimensiones: 104 cm de anchura, 70/107 cm de altura y
40/50 cm de grosor. El ángulo inferior derecho está fracturado desde antiguo,
con bastante probabilidad desde su colocación en la escollera del puente, pero
al ser extraído se ha roto definitivamente y ha perdido algunas esquirlas,
afectando a la segunda línea de la inscripción. Falta parte del campo epigráfico
en la zona superior del bloque y ha sufrido algunos golpes recientes en la
parte superior izquierda que han afectado a algunas letras. El estado de
conservación de la inscripción es deficiente, debido al tipo de piedra
utilizada, a los golpes que sufrió al ser colocada en el mencionado dique y a
la erosión del agua del río, que ha desvanecido las letras, siendo algunas de
ellas muy poco perceptibles.
El texto de la inscripción se encontraba en la parte
superior del bloque, quedando vacía la mitad inferior del campo epigráfico. En
la actualidad quedan restos de cuatro líneas con letras capitales cuadradas
cuya altura oscila entre 4 y 6 cm. El ductus es irregular y poco cuidado y lo
mismo se puede decir de la ordinatio del texto. En cuanto a la paleografía,
cabe destacar en lín. 1 la M con ángulos abiertos; en lín. 3, el trazo recto de
la Q y en lín. 4, la L con el trazo horizontal ligeramente inclinado hacia
arriba. Llaman igualmente la atención las S angulosas y la falta de travesaño
horizontal en las A. Se observan refuerzos marcados en las terminaciones de
muchas letras, especialmente las menos dañadas por la erosión. Las
interpunciones eran poco marcadas y las pocas que quedan, la mayoría borrosas,
son triangulares. Estos rasgos paleográficos apuntan a una cronología augustea
del epígrafe, aunque sobre ello se volverá posteriormente.
El texto conservado es el que sigue:
------?
[-6–7-]O MVR
Ẹ Ṭ Ạ ++[-2–3-]
[.] C̣ Ạ Ẹ
CILIVS SEX F T+++Ṿ S
Q.CAECILIVS
Q F SEGOSS.
Ạ EDIL F C
En lín. 1,
el desgaste producido por el agua ha desvanecido las letras situadas al
comienzo y al final. Primera + es el arranque de un trazo inferior oblicuo de
derecha a izquierda interrumpido por la fractura y una zona bastante
desgastada; quizás pueda ser una R. La segunda + es el resto de un trazo
vertical. En línea 2, aunque con dificultades, la autopsia permite distinguir
sin difi cultad el nomen Caecilius. Primera + es el ángulo inferior izquierdo
de una L o una E. La segunda + es parte inferior de un trazo vertical
coincidente
1
Queremos agradecer a la Dirección General de Patrimonio de la Consejería de
Educación y Cultura de la Junta de Extremadura su amable permiso para el
estudio y publicación de esta pieza y concretamente en las personas de Trinidad
Nogales (Consejera), Mª Pilar Merino (Directora General), José Luis Mosquera
(Jefe de Servicio) e Hipólito Collado (Jefe de Sección de
Arqueología). Igualmente, nuestro agradecimiento al prof. Francisco Beltrán
Lloris por sus precisiones sobre uno de los cognomina que se lee en el epígrafe
y al prof. Werner Eck por sus siempre atinados comentarios. Este trabajo es
resultado de las tareas realizadas dentro de los proyectos de I+D con
referencia HAR2014-55857-P y HAR2014-52725-P.
2 Según
información de algunas personas del lugar, la piedra fue hallada en la orilla
izquierda del río antes de ser utilizada en la construcción del dique
con una rotura de la pieza (I, F o T). La tercera + es trazo
inferior vertical y a su derecha trazo oblicuo de derecha a izquierda,
posiblemente una R. A pesar de las lagunas, el contenido del epígrafe hace
referencia a una actividad constructiva de la que habrían sido responsables dos
Caecilii, ediles de la comunidad. La presencia de los magistrados implica el carácter
público de la obra y las grandes dimensiones del bloque confirman su magnitud.
Podría tratarse de la muralla de la ciudad, aunque no haya mención expresa a la
misma, como sucede habitualmente en las inscripciones que recuerdan este tipo
de trabajos.
Referencias epigráficas seguras relativas a la construcción de
murallas en las provincias hispanas aparecen especialmente en Carthago Nova,
donde se documentan un buen número, todas ellas fechadas en el último cuarto
del s. I a.C. según J. M. Abascal y S. Ramallo y unos decenios antes para B.
Díaz Ariño, que ve tres momentos cronológicos en las mismas3. Junto a ellas,
tenemos también testimonios semejantes en Barcino, Saguntum y, si se aceptan
las restituciones propuestas, en Ilunum (Tolmo de Minateda, Hellín) y Pax Iulia
(Beja)4. Este tipo de inscripciones relativas a obras constructivas de fortificación
y defensa, normalmente muros, turres, portas o fornices, se fechan con frecuencia
en época augustea y se encuentran en buena parte de las provincias
occidentales, incluyendo Hispania5.
Metellinum tuvo sin duda una muralla y los trabajos
arqueológicos recientes llevados a cabo en el yacimiento han tratado de
localizarla6. La situación estratégica del lugar, en uno de los pocos vados del
río Guadiana y en la vía de penetración desde la Bética, su papel en el
contexto del conflicto sertoriano, su localización topográfica sobre un cerro
con gran pendiente y los restos conservados apuntan a su existencia.
El epígrafe que aquí se presenta podría hacer referencia a
esa muralla y recuerda bastante a varios de los conservados en Carthago Nova ya
mencionados, no especialmente monumentales en cuanto a su ejecución.
Con las debidas reservas,
planteamos que la expresión recogida en la primera línea conservada de la inscripción
podría ser mur(um) et a[ream?]. No son tan habituales en cambio las menciones
conjuntas a
3 CIL II 3422, 3425–3427; J. M. Abascal, S. F. Ramallo, La
ciudad de Carthago Nova: La documentación epigráfica, Murcia 1997, nº 2–11, pp.
77–113; B. Díaz Ariño, Las murallas romanas de Cartagena en la segunda mitad
del siglo I A.E., Zephyrus 61, 2008, 225–234.
4 Respectivamente, ILLRP 581 = AE 1978, 441 = IRC 4, 57; CIL
II2/14, 361; AE 1996, 907 = HEp 6, 14 = HEp 16, 2; IRCP292 = AE 1989, 368 = HEp
2, 744.
5 A las ya mencionadas anteriormente se pueden añadir, por
ejemplo, Ilipa (Alcalá del Río, Sevilla, CIL II 1087 = ILS 5573 = CILA II.1,
300); Sabetum (La Rambla, Córdoba, CIL II2/5, 521 = AE 1986, 369 = AE 1987,
504); y Lucentum (Alicante, CIL II 3561 = ILRR 622). Para Italia y Africa sigue
siendo válido el trabajo de H. Jouffroy, La construction publique en Italie et
dans l’Afrique romain, Strasbourg 1986, 16–26 y 176–179.
6 S. Haba, Medellín romano,
Badajoz 1998, 250–256; S. Guerra, H. Collado, S. Pérez, M. Viola, Metellinum:
síntesis histórica y novedades arqueológicas de esta ciudad romana, Ciudades
romanas de Extremadura, Studia Lusitana 8, 2015, 218.
murallas y áreas o espacios abiertos, aunque disponemos del
algún caso en Italia y la Galia7. A primera vista, la asociación de muralla y
área no parece fácil de encajar. Sin embargo, el estudio de estos restos arqueológicos
conservados y la topografía de la zona indican que la ciudad romana se dispuso
en la ladera del cerro, llevándose a cabo importantes obras y muros de
contención para crear terrazas y nivelar el terreno, algunas de ellas bien
visibles hoy, dando lugar a un tipo de organización urbanística en altura bien documentado
en la Italia central en época medio y tardorrepublicana8. El área que quizás se
mencionaba en el epígrafe podría hacer referencia a una superficie creada para
tal fin y que habría sido realizada a la vez que la muralla de la ciudad. En
Formiae, se habría dado una actuación de este tipo, afectando a la muralla de
la localidad y otras superfi cies (murum et aream claudendam)9.
La obra fue supervisada por los ediles de la comunidad, dos
personajes que aparecen mencionados contria nomina y filiación. Del primero de
ellos ha desaparecido el praenomen, que estaba formado por una sola letra, si
se tiene en cuenta la ordinatio del texto y el espacio que queda por la
izquierda. Siguiendo la tradición de los Cecilio Metelo, de quienes, como se
verá posteriormente, podrían haber tomado su nombre, podría tratarse de un [Q?]
Caecilius Sex.f. La fractura que afecta al cognomen de este individuo complica la
lectura. Podría tratarse de Teirus, no documentado hasta el momento y que
incorporaría el diptongo -ei-, una característica fonética de la onomástica
lusitana10.
La identificación del segundo edil es clara: Q. Caecilius Q.f.
Segoss(us), que presenta un cognomen de raigambre céltica muy poco común11.
Observando las restantes C del epígrafe, todas abiertas, creemos que en este
caso se trata de una G poco refinada. De cualquier modo, es bien conocida la
confusión de C y G en los ambientes autóctonos del interior peninsular.
Así pues, la restitución propuesta por nuestra parte sería
la siguiente:
------?/
[-6–7-]o mur(um) et a[ream?] / [Q(uintus)?] Caecilius Sex(ti) f(ilius) Teirus?
/ Q(uintus)
Caecilius
Q(uinti) f(ilius) Segoss(us) / aedil(es) f(aciendum) c(uraverunt)
Atendiendo a
las características paleográficas de la inscripción repasadas más arriba, la
anchura grande de algunas letras y la presencia de los cognomina, la cronología
del epígrafe se puede situar en época augustea y, en nuestra opinión,
preferiblemente en el último cuarto del s. I a.C. En este período se documenta
toda una importante actividad constructiva en Metellinum que incluiría además
de la muralla, el teatro recientemente excavado12.
Los
personajes públicos mencionados en el epígrafe nos remiten en principio a Q.
Caecilius Metellus Pius, cónsul en 80 a.C., gobernador de la Hispania Ulterior
en el contexto de las operaciones militares llevadas a cabo entre 79 y 72 a.C.
contra Sertorio y creador del establecimiento militar de Metellinum13. Las filiaciones
plenamente romanas de ambos personajes, Sex(ti) f(ilius) y Q(uinti) f(ilius),
parecen apuntar a dos descendientes de clientes de Metelo Pío, quien sabemos
que otorgó la ciudadanía a un buen número de
7 AE 1986, 212 (Santa Severina):
murum fornicem area(m); CIL X 6108 = CIL I 1565 = ILS 5347 (Formiae): murum /
et aream
claudendam; y quizás CIL XIII 3104 = AE 2006, 830 (Portus Namnetum): muru[m 3]
/ et a[ream(?) 3].
8 S. Haba,
Medellín romano (n. 6), 267 ss. y 277 s.; S. Guerra et alii, Metellinum:
síntesis histórica (n. 6), 214; P. Mateos, Y. Picado,
El Teatro Romano de Metellinum, MM 52, 2011, 401 ss.
9 G. L.
Gregori, G. L. Mandatori, Ricerche epigrafi che nel Lazio meridionale, 1.
Gaeta, santuario della SS. Trinità (o della montagna spaccata), ScAnt 19, 2013,
262–263.
10 M. L.
Albertos Firmat, Onomastique personelle indigène de la Péninsule Ibérique sous
la domination romaine, ANRWII 29.2, 1983, 871; Atlas antroponímico de la
Lusitania romana, Mérida–Burdeos 2003, 363 y 398–399.
11 Existe
una Secosilia Coedi f(ilia) en Astorga (CIL II 2902 = CIL II 5667) y un Letondo
Segossoq(um) Melmandi fi (lius) en Buenafuente del Sistal (CIL II 5790 = AE
1987, 624), que son los únicos nombres que pueden conectarse con el Segoss(us) de
la inscripción de Medellín. Como nos indica el prof. F. Beltrán Lloris, podría
relacionarse también con sekontios/sekonzos,
atestiguados
los dos en el tercer bronce de Botorrita (F. Beltrán, J. de Hoz, J. Untermann
(eds.), El tercer bronce de Botorrita (Contrebia Belaisca), Zaragoza 1996,
I.14, II.48, III.16 y 35; I.22, II.58, IV.18, esp. los comentarios de Untermann
en p. 153). Segontius es cognomen atestiguado en diversos lugares de la
Citerior y Lusitania, por ejemplo Civitas Igaeditanorum (AE 2005, 752 = HEp 13,
883), Yecla de Yeltes (ERPSalamanca 175), Capera (CIL II 818).
12 P.
Mateos, Y. Picado, El Teatro Romano de Metellinum (n. 8), 373–410.
13 RE III 1, col. 1223–1224
(Caecilius 98); T. R. S. Broughton, The Magistrates of the Roman Republic,
Cleveland 1968, II 83, 86, 89, 93, 98, 104, 111, 117, 123. En este
período habría fundado también Castra Caecilia, en los alrededores de Cáceres.
individuos,
como recuerda Cicerón en uno de sus discursos (Arch. 26). Buena parte de esas
concesiones de ciudadanía se debieron realizar durante su presencia en Hispania
y, de hecho, debieron ser tan frecuentes como las llevadas a cabo por Pompeyo en
el mismo período en calidad de gobernador de la Citerior, de modo que fue
necesaria una lex Gellia Cornelia de civitate para darles validez (Cic., Balb.
32–33)14. La ausencia de tribu no permite asegurar con
rotundidad que se trate de ciudadanos15; sin embargo, creemos, a tenor de lo documentado
en la provincia lusitana, que la filiación con praenomen de ciudadano romano y
elementos onomásticos indígenas, especialmente claro en el cognomen de uno de
ellos, Segoss(us), indican un ambiente jurídico romano, documentándose casos de
los mismos en civitas
Igaeditanorum, Collippo, Conimbriga y otros lugares16. Además, si se acepta la
cronología augustea de la inscripción, en este momento, Metellinum era una
colonia de ciudadanos romanos (Plin., NH 4, 117) y por tanto se puede esperar
que los magistrados pertenezcan al cuerpo de colonos. Los dos Caecilii debían
ser pues ciudadanos romanos de ascendencia indígena y pertenecientes al grupo
de notables de la comunidad.
La mención
de la tribu habría sido un importante elemento para precisar la cronología del
epígrafe, además de poder indagar en la cuestión del estatuto jurídico inicial
de Metellinum y la fecha concreta en la que se convirtió en colonia. En la
epigrafía de la colonia se han documentado en los últimos tiempos varios ciudadanos
inscritos en la tribu Sergia y uno en la Galeria17. Como bien sabemos, en
Hispania, la presencia de la tribu Sergia se relaciona con asentamientos
cesarianos o algo posteriores a la muerte del dictador, y la Galeria con
establecimientos coloniales de Augusto, pudiéndose haber dado pues en
Metellinum dos deductiones18.
José Carlos
Saquete Chamizo, Universidad de Sevilla – csaquete@us.es
Santiago
Guerra Millán, Dirección General de Patrimonio, Consejería de Educación y
Cultura de la Junta de Extremadura – santiago.guerra@gobex.es
14 E.
Badian, Foreign Clientelae (264–70 B.C.), Oxford 1958, 281 s. y 284; L. Amela
Valverde, Las clientelas de Cneo Pompeyo Magno en Hispania, Barcelona 2002, 96,
131 y 163 s. Así, el nomen Caecilius se habría convertido en uno de los más difundidos
en Hispania y, especialmente, en Lusitania (E. Badian, Foreign clientelae, 258
y 309; R. C. Knapp, The Origins of Provincial Prosopography in the West, AncSoc
9, 1978, 187 ss.; S. L. Dyson, The Distribution of Roman Republican Family Names
in the Iberian Peninsule, AncSoc 11–12, 1980–81, 284–286; Atlas antroponímico
(n. 10), 122 ss. y 406–407). La utilización sistemática de la onomástica como
instrumento de identificación de las clientelas provinciales ha sido puesta en
tela de juicio por varios autores (vid. esp. F. Pina Polo, Foreign Clientelae
Revisited: A Methodological Critique en M. Jehne, F. Pina Polo (eds.), Foreign
Clientelae in the Roman Empire. A
Reconsideration, Stuttgart 2015, 19 ss.; E. García Fernández, Client Relationships
and the Diffusion of Roman Names in Hispania. A Critical Review, ibid. 107
ss.).
15 E. Badian, Foreign Clientelae (n.
14), 253–262; S. L. Dyson, The Distribution (n. 14), 298. Estela García
opina que en estos casos de tria nomina sin tribu podríamos estar ante
individuos con ciudadanía latina (vid., por último, E. García Fernández, Client
Relationships (n. 14), 114 ss.).
16 Atlas antroponímico (n. 10), 402.
17 Para la
tribu Sergia, AE 1987, 487 = HEp 1, 97 = HEp 2, 33 y varias inscripciones
honoríficas de diversos magistrados halladas en las recientes excavaciones del
teatro y actualmente en estudio. Para la Galeria, la inscripción de un duumvir
ter de la colonia (AE 1993, 909 = HEp 5, 94).
18 J.
González, Urso: ¿Tribu Sergia o Galeria? en J. González (ed.), Estudios sobre
Urso: Colonia Iulia Generativa, Sevilla 1989, 133 ss.; A. U. Stylow, Apuntes
sobre las tribus romanas en Hispania, Veleia 12, 1995, 105 ss.; J. Salas,
Fuentes antiguas para el estudio de la colonia Metellinensis, Norba 15, 2001,
101 ss.
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