martes, 15 de diciembre de 2020

EL CONEJITO DE NAVIDAD




“Llegará un día que nuestros recuerdos serán nuestra mayor riqueza” 


Fiel a su cita desde hace más de 40 años, y un año más, abandona su oscuro destierro uno de mis “tesoros” más queridos, este adorno navideño que veis en la foto, lo adquirí en la librería Casado, con unas pesetillas que me dio mi padre. 

Libreria Casado, Avenida cv calle Italia. Foto: D.S. Cordero
 
Aunque si ahorraba algo por aquellas fechas, era principalmente para comprar cromos, aquellos álbumes que hicieron apasionarme por la naturaleza, el arte, el cine, la historia… el álbum Gama,  
 


Vida y color, tantas y tantas colecciones a cual más fascinante, al acabar una colección curiosamente mi álbum parecía de piedra, era rígido, pesado y tenía un olor muy característico, pues como la economía era escasa, no tenía para pegamento y los cromos los pegaba con “pucha” de harina que me preparaba mi madre, jajaja, ¡qué tiempos aquellos!  


Querido conejito, cuantas navidades has acompañado a mi familia, cuantas campanadas has escuchado… vuelves a salir de tu caja, cada año un poco más viejecito y contigo han vuelto a salir: mis padres preparando la cena de nochebuena, mis abuelos y mis tíos brindando por el nuevo año, mi suegra haciendo la cena y mi suegro tocando la zambomba “…a esta casa hemos llegado…” 

¡y mi Espe!  A la que echo tanto de menos, correteando por el pasillo.

Ellos se fueron, pero tú conejito siempre estas aquí, y traes a mi memoria gratos e inolvidables recuerdos, este año con más intensidad si cabe.

No estaremos todos, no escucharás tanto ruido y te iras a la cama más temprano. Si Dios quiere vendrán más navidades, vale la pena esperar, para que el próximo año todos nos podamos abrazar.

 


Don Benito. Navidades años 70. Foto: D.S. Cordero

Don Benito. Navidades años 70. Foto: D.S. Cordero

 
FELICES FIESTAS A TODOS LOS LECTORES DEL BLOG
EN ESTAS NAVIDADES TAN ESPECIALES


viernes, 11 de diciembre de 2020

CARAS DE AGUA


La foto corresponde a un tramo del bajante de un canalón, se encuentra en la fachada de una casa situada en la calle La Haba de Villanueva de la Serena. Posee este bajante varios cilindros decorados con rostros de angelotes o cupidos, son de hierro fundido, este tipo de relieves estuvieron de moda entre los años 1880 y 1930.

La finalidad de estas “caras de agua” era principalmente estética y apoyada en creencias populares, también servían para ahuyentar al demonio y otros espíritus del mal. Por lo tanto, eran guardianes y protectores de aquellos lugares donde estaban dispuestas, lástima que estén tan mal conservadas, su función estética ya la perdieron hace tiempo, pero… ¿Quién sabe si aun conservarán su función de protección?

En la antigüedad, en el mundo Romano, ya se documentan estas caras como amuletos protectores en las casas.

jueves, 3 de diciembre de 2020

SAN GALGANO


En este relato, donde se mezclan las leyendas y los hechos históricos, conoceremos la Abadía de San Galgano. Fue construida en el siglo XIII, en el bucólico valle del río Merse, entre dos pueblecitos medievales italianos, Chiusdino y Monticiano. 

El protagonista de esta historia, Galgano Guidotti, fue un caballero y guerrero, nacido en el año 1148 en las cercanías de Chiusdino. Cuando tenía 32 años, el ángel Gabriel se le apareció y le dijo que le siguiera, abandonara la violencia y que construyera una capilla en Montesiepi y se retirara a vivir allí. Galgano montó en su caballo que milagrosamente lo llevó directamente a Montesiepi sin ni siquiera ser guiado al sitio en la colina donde se ubica actualmente la ermita. Cuando llegó, Galgano saltó de su caballo y, como símbolo de rechazo a la guerra, desenvainó su espada y con gran fuerza la clavó en una roca.

Después de escuchar de este milagro, las gentes comenzaron a peregrinar para ver a Galgano en Montesiepi, y antes de su muerte en 1181 (sólo un corto año después) se realizaron 19 milagros. Galgano nunca tuvo la oportunidad de construir su capilla, pero en el último año de su vida se convirtió en un monje cisterciense y después de su muerte y canonización sus hermanos monásticos completaron su tarea. En 1218, los peregrinos sobrepasaban la capacidad de la ermita por lo que los monjes decidieron construir la abadía de San Galgano, aunque poco tiempo después, fue destruida por un ejército y en 1789 fue completamente abandonada, dejando las ruinas que existen actualmente. Algunos eruditos, piensan que la historia de San Galgano clavando su espada en la piedra pudo haber inspirado la historia de la legendaria Excalibur y que el propio Galgano pudiera ser el verdadero "Rey Arturo", ¿qué os parece?. 


Durante muchos años era una creencia bastante generalizada de que la espada era una falsificación. Sin embargo, hace poco tiempo, la Universidad de Pavía certificó que la espada es en realidad del siglo XII. También se dice que la capilla redonda en Montesiepi podría ser el escondite del legendario Santo Grial. El cáliz del que Jesús y sus apóstoles bebieron en la Última Cena, supuestamente dotado con numerosas cualidades sobrenaturales. 

Hay una leyenda desde hace siglos que cuenta la existencia de un espacio subterráneo secreto al que sólo se puede acceder al mover una piedra específica en el suelo de la antesala. Sorprendentemente, nadie ha encontrado esta piedra. La espada se encuentra protegida por una burbuja de plástico y si por casualidad visitáis esta capilla, no os olvidéis de buscar la piedra que conduce hasta el Santo Grial.


Existe una magnífica película del año 1981 “Excalibur”, que trata sobre la figura del mítico Rey Arturo, dirigida por John Boorman con una apoteósica banda sonora y un desbordante diseño y que emerge de la imposibilidad de adaptar "El señor de los anillos", algo que Boorman intentó ya en 1969.