1757
En el año de mil setecientos y cincuenta y siete estuvo sin
llover desde los últimos días del mes de Enero hasta el día 15 de Abril, y como
el día catorce se trajo a Ntra. Sra. de
las Cruces y el día quince que se principió su novena como a las cuatro de la
tarde que se tocó a la salve, fue tanta el agua, que Ortiga no se pudo vadear a
las siete, sin haber habido antecedentemente señales algunas por lo que se
atribuye a milagro de Ntra. Sra., pónese esta nota para que demos gracias a
Ntra. Sra. y tengamos devoción con Ntra.
Sra. de las Cruces.
Foto: Calendario de bolsillo año 1985 con publicidad del laboratorio fotográfico MAX COLOR |
1760
Lo mismo sucedió en el año 1.760, estando todas las mieses
secas se trajo a Nuestra Señora y el día 13 de Abril, y fue tanto lo que llovió
que se cogió una cosecha. No sucedió como en el año de 1.823 pero sí otro más
prodigioso para los que confiamos en su poderosa protección y fue que no llovió
desde 1º de Marzo en adelante y los aires vierzos nos helaron las viñas y
trigo, desde que vino Ntra. Sra.
principiaron a correr vientos tan frescos que en lo general
fue la cosecha en pan, vino, aceite y demás, mucho más que mediana ,
pesando cada fanega en trigo cuatro libras más que la del año anterior. Oh quan
investigabilis via ejus Ap-hom-G. Pongo esta noticia para confusión de los que
se mofaban (como francmasones que por
desgracia abunda la cizaña) de nuestras Rogativas, porque no llovió. Vea el
imparcial cual es más digno de admiración, si llover en la primavera y coger
buena cosecha o cogerla sin llover en país tan cálido y heladas las plantas. O
stulti et tardi ad credendum. (Si saldría un aire tan continuado en las
sociedades francmasónicas).
Original procedente del archivo parroquial |
1826
En abril de 1.826 se trajo a María SSma. de las Cruces para
que nos socorriese con el beneficio del agua, cuyo socorro recibimos con
abundancia dentro de novenario; pero habiendo sobrevenido una inmensa plaga de
langosta salió Ntra. Sra., S. Gregorio y S. Sebastián en procesión (cantando el
clero las letanías de los Santos), al pozo del fraile donde se echaban los
conjuros de Nª. Sª Madre y haciendo los asperges con agua de la cabeza de San
Gregario de Hostia que se conserva en el archivo de esta Iglesia; desde cuyo
día se acabó la plaga milagrosamente, en término que no se les ha visto volar,
desovar ni otro medio humano por donde se concluyese; por lo que se atribuyó a
Milagro de María SSma. de las Cruces.
Fuente:
Archivo parroquial de la iglesia de Santiago Apóstol.
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