Siglo I d.C. provincia romana de Britania, una fina lluvia cae sobre sus cabezas, el humo de las hogueras llevado por el viento inunda la primera línea de combate, hay un gran silencio, están seguros de su victoria, son superiores en número al enemigo pues son más de 200.000 guerreros y van a enfrentarse a dos legiones romanas que no sobrepasan los 10.000.
Ahora todos
gritan, ahora todos jalean a su reina, una mujer de mirada felina que,
enfervorecida, de esta manera los arenga:
“Fui azotada y ultrajada por los romanos cuando invadieron nuestras
tierras y ahora estoy luchando por mi libertad. Pensad cuántos de nosotros
estamos luchando y por qué. ¡Ganaremos esta batalla o moriremos! Eso es lo que
yo, que soy mujer, me propongo hacer. Que los hombres vivan como esclavos si lo
desean”.
Antes de las
refinadas reinas Tudor, cuyas vidas tanto nos atraen, existió en lo que hoy
llamamos Inglaterra una reina legendaria, una mujer que incitó a su pueblo, los
icenos (una tribu celta), a rebelarse contra el Imperio Romano entre los años
60 y 61 d. C., durante el reinado del emperador Nerón, se llamaba: BOUDICA.
Este nombre deriva probablemente de la palabra celta
"bouda" que significa victoria. Nació en el seno de una familia
aristocrática, donde aparte de las tareas del hogar, fue instruida en el arte
de la guerra, junto a los hombres, como era costumbre dentro de la nobleza
celta. Fue descrita por el escritor romano Dión Casio como alta, pelirroja, con
el cabello hasta la cintura y de mirada penetrante. También la describió como
muy inteligente, más que otras mujeres. Siempre llevaba un gran collar de oro,
símbolo de su nobleza, y un broche que sujetaba una capa sobre una llamativa
túnica multicolor.
Cuando murió su marido, el rey Prasutagus, por una ley
romana, su reino fue anexionado como si hubiera sido conquistado. Las tierras y
todos sus bienes fueron confiscados y los nobles tratados como esclavos,
públicamente azotaron a Boudica y deshonraron a sus hijas, incitando con ello a
la rebelión y a la venganza. Este pueblo maltratado y ultrajado se unió a otras
tribus celtas rebeldes bajo su liderazgo. Les llevó a la victoria en tres
ocasiones, pero a pesar de su superioridad en cuanto a afectivos, perdieron la
batalla crucial ante la perfecta maquinaria bélica romana en la batalla de
“Watling Street”. Después de esta derrota, se dispersaron y los que fueron
capturados serían esclavizados. Como resultado de esta derrota, los romanos
ocuparon la isla durante más de 350 años.
Boudica y sus dos hijas lucharon ferozmente en la batalla,
pero nadie sabe qué fue de ellas. Unas fuentes indican que Boudica murió de sus
heridas, otras que tomó veneno para escapar con honor de la esclavitud. Según
la tradición popular, se dice que fue enterrada debajo de lo que es hoy la
estación de Kings Cross, pero seguramente esto es falso. Otros dicen que su
cuerpo fue depositado en Stonehenge, en resumen, no se sabe dónde fue
enterrada.
En febrero de 2015, en unas excavaciones en Cirencester
(Gloucestershire) apareció una estela funeraria en la que se menciona a una
difunta que según parece se llamaba Bodica, estaremos atentos a esta noticia.
Una mujer fuente de inspiración para su pueblo por su gran valor y entrega por
la justicia.
Existe un monumento que representa a Boudica y a sus dos
hijas subidas a un carro de batalla muy cerca del puente de Westminster en
Londres, con una inscripción que se refiere al imperio británico y que dice:
“Regiones que el César nunca conoció, tu herederos
dominarán”.
Cómo son estos ingleses… irónicamente, fue Boudica quien
saqueó esta ciudad, matando a miles de sus habitantes. La evidencia
arqueológica de estos ataques se puede ver todavía presente, hay una capa de
tierra quemada que se conoce como la "capa de Boudica”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario