miércoles, 31 de marzo de 2021

LA MUJER QUE DESAFIÓ A UN IMPERIO



Siglo I d.C. provincia romana de Britania, una fina lluvia cae sobre sus cabezas, el humo de las hogueras llevado por el viento inunda la primera línea de combate, hay un gran silencio, están seguros de su victoria, son superiores en número al enemigo pues son más de 200.000 guerreros y van a enfrentarse a dos legiones romanas que no sobrepasan los 10.000. 


Ahora todos gritan, ahora todos jalean a su reina, una mujer de mirada felina que, enfervorecida, de esta manera los arenga: 




“Fui azotada y ultrajada por los romanos cuando invadieron nuestras tierras y ahora estoy luchando por mi libertad. Pensad cuántos de nosotros estamos luchando y por qué. ¡Ganaremos esta batalla o moriremos! Eso es lo que yo, que soy mujer, me propongo hacer. Que los hombres vivan como esclavos si lo desean”.

Antes de las refinadas reinas Tudor, cuyas vidas tanto nos atraen, existió en lo que hoy llamamos Inglaterra una reina legendaria, una mujer que incitó a su pueblo, los icenos (una tribu celta), a rebelarse contra el Imperio Romano entre los años 60 y 61 d. C., durante el reinado del emperador Nerón, se llamaba: BOUDICA. 



Este nombre deriva probablemente de la palabra celta "bouda" que significa victoria. Nació en el seno de una familia aristocrática, donde aparte de las tareas del hogar, fue instruida en el arte de la guerra, junto a los hombres, como era costumbre dentro de la nobleza celta. Fue descrita por el escritor romano Dión Casio como alta, pelirroja, con el cabello hasta la cintura y de mirada penetrante. También la describió como muy inteligente, más que otras mujeres. Siempre llevaba un gran collar de oro, símbolo de su nobleza, y un broche que sujetaba una capa sobre una llamativa túnica multicolor. 

Cuando murió su marido, el rey Prasutagus, por una ley romana, su reino fue anexionado como si hubiera sido conquistado. Las tierras y todos sus bienes fueron confiscados y los nobles tratados como esclavos, públicamente azotaron a Boudica y deshonraron a sus hijas, incitando con ello a la rebelión y a la venganza. Este pueblo maltratado y ultrajado se unió a otras tribus celtas rebeldes bajo su liderazgo. Les llevó a la victoria en tres ocasiones, pero a pesar de su superioridad en cuanto a afectivos, perdieron la batalla crucial ante la perfecta maquinaria bélica romana en la batalla de “Watling Street”. Después de esta derrota, se dispersaron y los que fueron capturados serían esclavizados. Como resultado de esta derrota, los romanos ocuparon la isla durante más de 350 años. 




Boudica y sus dos hijas lucharon ferozmente en la batalla, pero nadie sabe qué fue de ellas. Unas fuentes indican que Boudica murió de sus heridas, otras que tomó veneno para escapar con honor de la esclavitud. Según la tradición popular, se dice que fue enterrada debajo de lo que es hoy la estación de Kings Cross, pero seguramente esto es falso. Otros dicen que su cuerpo fue depositado en Stonehenge, en resumen, no se sabe dónde fue enterrada.



En febrero de 2015, en unas excavaciones en Cirencester (Gloucestershire) apareció una estela funeraria en la que se menciona a una difunta que según parece se llamaba Bodica, estaremos atentos a esta noticia. Una mujer fuente de inspiración para su pueblo por su gran valor y entrega por la justicia.




Existe un monumento que representa a Boudica y a sus dos hijas subidas a un carro de batalla muy cerca del puente de Westminster en Londres, con una inscripción que se refiere al imperio británico y que dice:

 “Regiones que el César nunca conoció, tu herederos dominarán”.

Cómo son estos ingleses… irónicamente, fue Boudica quien saqueó esta ciudad, matando a miles de sus habitantes. La evidencia arqueológica de estos ataques se puede ver todavía presente, hay una capa de tierra quemada que se conoce como la "capa de Boudica”.




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