miércoles, 5 de mayo de 2021

EUGENIA DE MONTIJO



La última emperatriz de Francia fue una mujer de gran belleza que muchos llegaron a comparar con la mismísima María Antonieta. Se llamaba María Eugenia Ignacia Agustina de Palafox-Portocarrero de Guzmán y Kirkpatrick, condesa de Teba, más conocida como: Eugenia de Montijo.


Nació en Granada el 5 de mayo de 1826, hija de Cipriano de Palafox y Portocarrero, conde de Teba y de Montijo, su madre era medio escocesa, se llamaba Enriqueta María Manuela KirkPatrick de Closeburn y de Grevignée.

Cipriano de Palafox y Portocarrero

Eugenia llegó a París, Francia, de la mano de su madre para ser educada en el prestigioso convento del Sagrado Corazón. Conoció a su marido, Louis Napoleón Bonaparte, en el palacio del Elíseo cuando este fue proclamado presidente de la segunda república francesa, él nada más verla quedó prendado de su belleza, pero por su férrea educación cristiana le dejó muy claro desde un principio que solo se entregaría al que fuera su marido, pues era conocedora de la fama de mujeriego de Louis, esto no hizo más que incrementar la atracción hacia ella, convirtiéndola en el máximo objeto de sus deseos.

Louis Napoleón Bonaparte

Tras las constantes negativas de Eugenia puso sus ojos en la sobrina de la reina Victoria de Inglaterra, la princesa Adelaide von Hohenlohe-Langenburg, pero esta rechazó su propuesta de matrimonio. Volvió a cortejar Eugenia, la invitaba a fiestas, la enviaba lujosos regalos… era un acoso total, hasta que finalmente cedió y se comprometieron, casándose el 30 de enero de 1853.



En el último año de su mandato presidencial se autoproclamo Emperador Napoleón III y restauró el Imperio francés, que fue confirmado posteriormente por un plebiscito. El pueblo francés, siempre receló de las mujeres extranjeras como consortes de sus monarcas, como ya lo hiciera con María Antonieta y expresó su oposición al matrimonio. Esto hizo que Napoleón III hiciera un discurso desde el trono diciendo: «Prefiero casarme con una mujer a la que amo y respeto que con una desconocida, con la que una alianza podría tener ventajas mezcladas con sacrificios».

Sin embargo, muchos se opusieron, algunos por simple xenofobia, otros mostraban un gran esnobismo tras la elevación de Francia a la condición de imperial, alegando que una condesa española de 26 años no era suficiente partido para el emperador de Francia.


Una razón importante por la que Napoleón III se había apresurado en casarse era tener un hijo y un heredero. Eugenia le dio el deseado heredero y el 16 de marzo de 1856 nacería su único hijo, el príncipe imperial Napoleón Eugenio Louis Jean Joseph Bonaparte.


Eugenio Louis Jean Joseph Bonaparte

El pueblo acabó finalmente por aceptarla (suele pasar cuando las cosas van bien) , pues como Maria Antonieta , Eugenia marcaba la tendencia de la moda en toda Europa y en definitiva de todo el mundo, que la imitaban. La fascinación de la emperatriz Eugenia sentía por María Antonieta también provocó un renacimiento de los estilos de vestimenta, edificios y mobiliario de la época del rey Luis XVI.


Sin embargo, en su vida no todo fueron eventos sociales glamorosos y el 14 de enero de 1858, sobrevivieron a un intento de asesinato. Napoleón III, dependió del apoyo y consejo de Eugenia, que poseía gran inteligencia y rara vez actuó sin su consejo. Eugenia fue regente de Francia en varias ocasiones durante la ausencia del emperador demostrando que lo hacía incluso mejor.
 
Fue fiel defensora de la Iglesia Católica en todo el mundo. En 1858, después de oír hablar de la intensa persecución que sufrían los misioneros católicos en Vietnam, apoyó una expedición naval francesa para su rescate. Estas operaciones condujeron al establecimiento colonial francés en Indochina, el Laos moderno, Camboya y Vietnam. Asimismo, en la década de 1860 la situación de los católicos en México llegó a su conocimiento, los conservadores mexicanos fueron a Francia para pedir su ayuda que provocó la intervención francesa en el país americano que condujo a la entronización del archiduque austríaco Maximiliano como emperador de México. También presionó para la intervención francesa en el Imperio Otomano cuando los cristianos en el Líbano fueron perseguidos, obligando a los turcos a dar a los libaneses su propio gobierno bajo control cristiano aunque los intereses de su marido en todos estos conflictos os podéis imaginar que eran bien distintos.

Papa Pío IX

Cuando los Estados Papales fueron atacados por los mismos revolucionarios italianos de los que Napoleón III fue miembro. La emperatriz Eugenia puso un buque de guerra francés a su disposición cuando el Papa Pío IX fue destronado temporalmente y le ofreció refugio en la antigua ciudad papal de Aviñón.

Santa Bernadette

También fue una poderosa aliada de Santa Bernadette, la visionaria de Nuestra Señora de Lourdes. Los funcionarios anticatólicos de la zona habían cerrado la gruta, pero Eugenia era una gran creyente y cuando el príncipe Imperial fue curado por el agua de Lourdes, la emperatriz utilizó su influencia para reabrir y proteger la gruta.



El 17 de noviembre de  1869 en Alejandría (Egipto)  Eugenia de Montijo inaugura oficialmente el Canal de Suez. La faraónica obra ha durado 10 años y ha tenido un coste 17 millones de libras esterlinas. Para su inauguración el compositor italiano Giuseppe Verdi compuso por encargo la ópera "Aída".


En 1870 la desastrosa guerra franco-prusiana trajo consigo la derrota de Napoleon III y la captura del emperador en la batalla de Sedan.

Muerte de Eugenio Louis Jean Joseph Bonaparte


La emperatriz se vio obligada a exiliarse con su familia a Inglaterra. El emperador Napoleón III murió en 1873 y su hijo, Napoleón IV, murió en 1879 en Sudáfrica mientras servía con el ejército británico contra el imperio zulú. Muerta de dolor se trasladó a Farnborough, Hampshire y más tarde a Cap-Martin cerca de Biarritz, como parte del acuerdo que permitía su regreso a Francia. La emperatriz disfrutó de buenas relaciones con los británicos y en 1887 fue la madrina de la hija de la princesa Beatriz Victoria Eugenia de Battenberg, que más tarde se casaría con el rey Alfonso XIII de España, historia que recientemente tratamos.

Eugenia en 1920

Eugenia murió mientras visitaba España en 1920 en el palacio de Liria a la edad de 94 años a consecuencia de sus problemas de riñón.

Sus restos reposan para la eternidad en la Cripta Imperial en la Abadía de San Miguel, Farnborough (Inglaterra) junto a los restos de su marido y su hijo.

Eugenia de Montijo,
que pena, pena,
que te vayas de España,
para ser reina.
Por las lises de Francia,
Granada dejas,
y las aguas del Darro,
por las del Sena.

No hay comentarios:

Publicar un comentario