viernes, 19 de junio de 2020

LA EMPERATRIZ LOCA DE SED



“Yo soy Carlota Amelia, Regente de Anáhuac, Reina de Nicaragua, Baronesa del Mato Grosso, Princesa de Chichén Itza. Yo soy Carlota Amelia de Bélgica, Emperatriz de México y de América: Tengo ochenta y seis años de edad y sesenta de beber, loca de sed, en las fuentes de Roma”.


19 de junio de 1867, juzgado por una ley que persigue a los enemigos de la República es fusilado Maximiliano I, segundo Emperador de México y único monarca del denominado Segundo Imperio Mexicano (del 10 de abril de 1864 al 15 de mayo de 1867) antes de morir entregó una moneda de oro a los siete soldados del pelotón y les dijo:

"Perdono a todos y pido a todos que me perdonen y que mi sangre, que está a punto de ser vertida, se derrame para el bien de este país; voy a morir por una causa justa, la de la independencia y libertad de México. ¡Que mi sangre selle las desgracias de mi nueva patria! ¡Viva México!" 



Fernando Maximiliano José María de Habsburgo-Lorena nació en Viena (Austria) el 6 de julio de 1832, le encantaban las artes, la botánica, la catalogación de plantas y flores así como la captura de mariposas. En 1857 se casó con la princesa Carlota, hija del rey de Bélgica Leopoldo I. Congeniaron perfectamente desde un primer instante pues compartían sus ideas, muy liberales para su tiempo, fue nombrado virrey de Lombardía-Venecia. Posteriormente recibió la oferta del trono de México de manos de las tropas francesas de Napoleón III que habían tomado recientemente la Ciudad de México y permitiendo con ello el regreso de un gobierno conservador. Una delegación de conservadores mexicanos llegó para ofrecer el trono al joven Habsburgo, un descendiente del emperador Carlos V. Su hermano el emperador Francisco José hizo todo lo que pudo para impedir que aceptara el cargo, pero su esposa lo instaba a hacerlo. El archiduque vaciló durante un tiempo, pero al final convencido por su esposa aceptó y embarcó para México. Aprendió español y adoptó todas las costumbres mexicanas, al lado de su esposa y con el apoyo de los franceses, pensaba que sería el salvador de México y abriría una nueva era de monarquía ilustrada en el Nuevo Mundo.





Sus sueños para México eran ilimitados: Traer la unidad a la división, el orden al caos, el avance al estancamiento y la prosperidad a la penuria. Establecería relaciones pacíficas con los Estados Unidos y el Imperio de Brasil. Su Imperio se expandiría hacia Centroamérica y construiría una poderosa marina que gobernaría el Golfo de México. Mientras Estados Unidos dominaba Norteamérica y el Imperio Brasileño dominaba Sudamérica, su Imperio Mexicano equilibraría los dos dominando el centro. Haría de Ciudad de México la ciudad más magnífica del mundo. Pero la realidad sería muy distinta, los liberales se opusieron a él desde un principio y posteriormente lo harían los conservadores al no acceder Maximiliano a todas sus demandas, pues era más liberal de lo que ellos esperaban. Uno de sus primeras decisiones como emperador, fue el restringir las horas de trabajo y abolir el trabajo de los menores. Estados Unidos nunca reconoció a su gobierno e ignoró todos sus esfuerzos para establecer relaciones amistosas, tan pronto la guerra terminó con la victoria de la Unión, los Estados Unidos ejercieron una gran presión para que los franceses salieran de México y comenzaran a enviar enormes cantidades de dinero, suministros, armas e incluso voluntarios a los republicanos, los enemigos de Maximiliano, pues no les interesaba una monarquía tan cerca de sus fronteras. 



Después de 1865, esta presión junto con los problemas financieros hizo a Napoleón III retirar el ejército francés de suelo mexicano. Napoleón le aconsejó a Maximiliano que se fuera con las fuerzas francesas para su propia seguridad. Maximiliano, sin embargo, se negó, era un Habsburgo y un hombre de honor. Él había jurado a Dios en su coronación y se negó a abandonar a su país y su pueblo. Envió a su esposa a Europa en un esfuerzo por reunir apoyo y luego marchó al norte con su pequeño ejército de leales, entre marzo y mayo de 1867 fueron asediados en Querétaro por una gran fuerza republicana. El Emperador mostró su valor muchas veces exponiéndose al peligro y a menudo durmiendo envuelto en una manta junto a los soldados de primera línea. Finalmente, fue traicionado por el coronel Miguel López quien permitió que una columna republicana entrara en la ciudad, aunque esta teoría se ha puesto recientemente en duda. Maximiliano tuvo la oportunidad de escapar pero no abandonó su puesto y tras un breve juicio militar, fue condenado a muerte con sus generales Tomas Mejía y Miguel Miramon y ejecutado por el pelotón de fusilamiento el 19 de junio de 1867 en el cerro de las campanas.


Maximiliano, sólo tenía 34 años, murió gritando "Viva México!", mientras sus generales murieron gritando "Viva el Emperador! " Todo el mundo lloró su muerte. 



El gobierno mexicano se negó a devolver el cuerpo del emperador, no lo haría hasta un año después, la fragata Novara trajo de vuelta sus restos a Viena para ser enterrados en la cripta de los Habsburgo, la misma fragata que le llevó a México. El país que soñó nunca llegaría a existir e inmediatamente después de su caída volvió al caos en un ciclo de tiranos presidenciales, golpes militares, guerras civiles y revoluciones. 

Eugenia de Montijo

Carlota, su mujer, fue a pedir ayuda a Eugenia de Montijo esposa de Napoleón III, y posteriormente al emperador francés que se negó, esto le provocó trastornos mentales. Cuando acudió a Roma, a pedir ayuda al Papa, bebía agua de las fuentes públicas de la ciudad, dando síntomas de una gran inestabilidad emocional, motivo por el cual durmió en la Santa Sede, siendo hasta ahora, la única mujer que lo ha hecho.


Posteriormente fue declarada loca y confinada, creía que su amado esposo Maximiliano seguía esperando su ayuda, murió en 1927, 60 años después del fusilamiento del emperador, aún lo buscaba.

1 comentario:

  1. Conocía la historia de Maximiliano pero no la de su mujer, la verdad...La Historia es una fuente de conocimientos interminable. Un abrazo.

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