Terrible suceso el de la catedral de Notre Dame de París. Hablando
de templos y fuego, la noche del 7 de noviembre de 1921 sucedió otro espantoso
incendio en una iglesia que causó un gran impacto en toda la provincia de
Badajoz.
Se dice que el capitán debe ser el último en abandonar el
barco, pues es responsabilidad suya la seguridad tanto de tripulación como de
pasajeros. Esta honorable conducta, parece que no es extrapolable a otras profesiones,
es que el miedo es libre y como bien dice un viejo proverbio irlandés:
“Vale
más ser cobarde un minuto que muerto el resto de la vida”.
Eso debió pensar el cura
de Guareña durante la novena a la Virgen del Pilar, que tras declararse un
pavoroso incendio en el templo, escapó por una de las ventanas de la iglesia.
Aquella fatídica noche del 7 de noviembre de 1921, la iglesia de San
Gregorio se encontraba abarrotaba de fieles y, una vela, desprendida de uno de
los candelabros cayó sobre el manto de la Santísima Virgen, y le prendió fuego.
Las llamas invadieron el edificio y los fieles, asustados y presos
del pánico, corrieron para ganar la calle y, formando compacto grupo en la puerta,
se atropellaron y muchos sufrieron contusiones importantes y otros,
desgraciadamente, encontraron la muerte.
Dicen que el sacerdote (D. Francisco Ignacio Nieto) desde el
pulpito, trató de calmar a los fieles para recomendarles que salieran con
orden; pero, en vista de que no era oído y de que el peligro aumentaba por
momentos, se vio obligado, para salvarse, a arrojarse a la calle por una de las
ventanas, lesionándose ligeramente.
Según fuentes del diario Hoy las víctimas fueron cuatro: Amparo
Retamar Oliva, Mercedes León Monago y Manuela Mora Trigueros y la cuarta podría
tratarse de María Gómez Barrero.
Un suceso que aún recuerdan los más viejos del lugar y también cómo
les recomendaban sus mayores, el ubicarse cerca de la salida cuando fueran a misa,
recomendación que siempre me hace mi amigo D.S. Cordero, pues dice con su peculiar
voz:
“yo, en cierto tipo de locales, siempre me siento cerca de la salida, pues
de lo contrario en caso de algún tipo de suceso, me quedaría el último”
Aunque
no me fio mucho, pues es un bromista y otras veces me ha dicho que el motivo es… porque ronca muchísimo,
jajaja.
FUENTES:
- El Siglo futuro. 8-10-1921
- Diario Hoy.
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