Por el amigo que nos visita hoy siento un notable aprecio y
gran admiración, pese a que no nos conocemos personalmente, hemos
colaborado en algunos pequeños trabajos.
Este Diplomado en Genealogía, Heráldica y Nobiliaria, actualmente
desempeña el cargo de Cronista Oficial de Valdetorres (Badajoz).
Valentín Casco Fernández nació en Valdetorres el 8 de agosto de 1965, aunque vive en Guareña desde 1998 y por si fuera poco, además es:
Caballero del Muy Ilustre Cabildo de Caballeros de Cuenca.
Caballero-Comendador y Presidente-Delegado provincial de
Badajoz de la Hermandad Nacional Monárquica de España.
Genealogista e Historiador Familiar.
Miembro Honorario de la Sociedad Genealógica y de Historia
Familiar de México.
Miembro de la Asociación de Genealogía Hispana (HISPAGEN.
2º Vocal de la Asociación Cultural Luis Chamizo de Guareñ.
Miembro Fundador y vocal de la Asociación Cultural Foro
Historia de Guareña.
Miembro del Instituto de Estudios Conquenses.
Miembro Correspondiente del Instituto de Investigación
Genealógica y Genética (Origen Guatemala).
Coautor del libro: La Villa de Guareña. Apuntes sobre su
historia en II tomos.
Autor de numerosos artículos en prensa, revistas, Congresos,
etc…..
Su artículo, como no podía ser de otra manera, trata sobre su ciudad natal y, seguro que a muchos os sorprenderá la historia que guarda este pequeño pueblo extremeño, y es que ya lo dijo Azorín:
“No hay pueblo español, chico o grande, que no encierre una enseñanza”
VALDETORRES, por Valentín Casco
La Historia de la Villa de Valdetorres, ha estado vinculada
durante siglos, a la antigua Villa de Medellín, hasta el 19 de mayo de 1767,
que consigue independizarse de esa Villa, mediante Cédula Real otorgada por el
rey Carlos III, eximiéndola de su jurisdicción y concediéndole a nuestra
población, el Título de Villa.
La cercanía de los ríos Guadiana, Guadámez y el Arroyo
Chaparral, añadido a la fertilidad de nuestras tierras, propiciaron numerosos
asentamientos humanos, en lo que hoy es nuestro Casco urbano y proximidades,
dando lugar a el hallazgo de numerosos objetos arqueológicos de distintas
épocas, algunos, con una antigüedad próximas al Neolítico y que demuestran que
nuestra población, ha estado habitada desde tiempo inmemorial.
A esto, podemos añadir
otros restos localizados, de la época Calcolítica o del Bronce final, de la que
data, por ejemplo, La estela de Valdetorres, conocida también, cómo estelas de
guerreros, o restos del primer Milenio antes de la Era, hacía los siglos V o VI
y cómo no, numerosos hallazgos de los periodos Romano y visigodo.
Estela de Valdetorres |
Hay que tener en cuenta, que, a la llegada de los romanos,
nuestro territorio ya estaba ocupado por poblaciones celtas y tartesias, de las
que se han hallado numerosos vestigios y que hoy podemos contemplar, en el
enclave Tarteso del Turuñuelo, perteneciente hoy al término municipal de
Guareña, pero muy próximo a la población de Valdetorres.
Se han hallado también, restos de la dominación musulmana
cómo la Placa islámica de Valdetorres, que destaca por su rareza y calidad y
que data del siglo XI.
El Sr. Solano en su historia sobre Medellin, escrita a
mediados del siglo XVII, añade que Valdetorres, era un lugar de 150 vecinos
(750 habitantes). Al poniente de Medellín, detrás de la sierra llamada de Yelbes,
es caluroso y enfermo por las aguas estancadas del Guadámez, rio que pasa junto
al lugar: en él se ve hoy una casa con letras tan gastadas, que no se pueden
leer, pero que revelan su antigüedad.
LUCR…PATR….P.
DA…..II. C. CRETIO. CE. AN. 52.
Parece dar a entender que la persona a quien fue dedicada
esta piedra, le llaman Padre de la patria, dos veces cónsul, pero esto es solo
por conjeturas. Esta piedra fue sacada de un campo vecino llamado “Los
Algibes”, donde actualmente hoy, hay rastros de antigüedad (hasta aquí el Sr.
Solano)
En el siglo XIX, se dice: Que Valdetorres, se halla aliñado
a la margen izquierda del río Guadámez, a cuya orilla y parte norte del pueblo,
se han descubierto y sacado hasta hace muy pocos años sepulcros enteros de
piedra de granito, y dentro de ellos botellas y monedas. Se han hallado además
tinajas, piedras colocadas en orden, enseres de casa y baldosas, formando ya
sepulcros, ya pavimentos: a 20 pasos de la corriente del río, se han
descubierto las mismas antigüedades y se extrajo un hermoso sepulcro de mármol.
Cuando se fundó la colonia metellinense, parece debió poblarse el campo de
Valdetorres, por sus buenas condiciones.
Tiene al mediodía ricas aguas que vienen de las sierras de
Manchita y forman un arroyo que solo pierde su curso en los meses de fuertes
calores; tiene inmensas praderas sin más árboles ni arbustos que los del cauce
del río Guadiana y las quebradas que éste forma y el de Guadámez; tiene buenas
tierras para sembrar y de buenos y abundantes pastos para los ganados, tuvo
montes que hoy ya están talados o
destruidos, que daban en el abundantes leñas y maderas y fruto, todo muy
próximo al pueblo.
Su primitivo nombre parece que fue Val de las Torres, por
ser un largo valle en el que había varios palacios, que mirados desde lejos
serían otras tantas torres elevadas; de estos palacios se van encontrando
varios y gruesos cimientos y al abrir el año 1889 una zanja, se sacó de ella
tierra cenicienta que envolvía los huesos humanos, unos ya pulverizados y otros
que aunque ya muy amarillos, parecía distinguirse los que eran del pecho, de la
espalda, de las piernas, de los brazos o de cada parte del cuerpo.
Tiene una sola parroquia, llamada de Nuestra Señora de la
Asunción, en la que se venera al Patrón de la población, al apóstol San Pablo y
a la patrona, la Virgen de las Rejas. La construcción del templo, es de tiempo
del cardenal Cisneros, aunque se tiene conocimiento de la existencia de una
Iglesia a mediados del siglo XV; La Iglesia, está clasificada de primer
ascenso; hay buena casa rectoral para la habitación del párroco; Tiene hoy el
pueblo unos 350 vecinos (1750 habitantes en el siglo XIX).
Su ayuntamiento le componen nueve individuos, el secretario tiene 4000 reales de sueldo anual, un alguacil y dos guardas rurales con mil y pico de reales cada uno de sueldo anual; tiene el juez municipal, suplente, y un secretario con pequeña retribución y esta eventual; hay Profesor y Profesora de instrucción pública, con 3500 reales cada uno de sueldo anual, un médico y un farmacéutico titulares, cuya retribuciones son eventuales y suelen variar y por último a unos cien pasos de las últimas casas del pueblo al mediodía, tiene estación de su nombre en la línea férrea de Ciudad Real a Badajoz clasificada de tercera clase, con un jefe que tiene 5000 reales y un guarda agujas con ocho reales diarios.
Ayuntamiento viejo |
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