ALFONSO XIII Y EL CAZADOTES DE CASTUERA

Hoy es el aniversario del enlace matrimonial entre el rey de España, Alfonso XIII, y la Princesa Victoria Eugenia Julia Ena de Battenberg.

Precisamente recabando datos sobre el evento, encontré un curioso anuncio que publicaba, unos años antes, el Heraldo de Madrid, concretamente el domingo 11 de mayo de 1902, hay que mirarlo bajo el prisma de su época.

Dice así:

“MATRIMONIO

Joven activo, muy guapo, con capital, desea casarse con señorita huérfana y con 17.090 duros, o viuda vieja con el mismo capital, prefiriéndola extremeña; formalidad y gran reserva diríjanse a lista Correos billete andén de la estación de Castuera n.° 1.130. Castuera, Badajoz.

Contestaciones hasta coronación de S. M. el Rey D. Alfonso XIII”.

Coronación de S.M. Alfonso XIII.

El 17 de mayo de 1902, a la edad de 16 años, Alfonso fue coronado rey de España, concediendo gracias e indultos. ¿Encontraría este... “cazadotes” a su huerfanita, o a su viuda vieja? Nunca lo sabremos, ni a qué se debía tanta premura.

Seguro que mi amigo Jaime, gran amante de las conspiraciones, nos proporciona alguna teoría.

La dote es el patrimonio que la esposa o su familia entregan al novio que es quien la administra durante la duración del matrimonio y de producirse el repudio, la separación o el divorcio tendría que devolverla. Este concepto aún está vigente en algunos países de Asia.

En España desapareció del Derecho Civil general a comienzos de los años 80, pero curiosamente no ocurrió lo mismo en aquellos territorios que mantienen sus propias compilaciones de derecho civil foral o autonómico y, por ejemplo, actualmente, la dote pervive en los cuerpos legales de Aragón, Baleares, Cataluña y Navarra.

 

ENLACE SANGRIENTO

31 de mayo de 1906, Madrid.

Es un gran día de alegría y celebración pues a las 11 de la mañana contraen sagrado matrimonio S. M. el Rey de España D. Alfonso XIII y S. A. R. la Serenísima Sra. Princesa Victoria Eugenia Julia Ena de Battenberg pero tan solo unas horas más tarde la luz se torna en oscuridad y la alegría del día más feliz de su vidas en el horror, el rey trata con desesperación de proteger a Victoria que, horrorizada, contempla como su blanco vestido de novia está cubierto de sangre. 

Victoria Eugenia vino al mundo un 24 de octubre de 1887 en el castillo de Balmoral en Escocia, única hija del príncipe Enrique de Battenberg y de la princesa Beatrice del Reino Unido, la hija menor de la reina Victoria de Inglaterra. En 1905, conoció a su futuro marido, el rey Alfonso XIII de España, mientras realizaba una visita de Estado al Reino Unido. 

La ceremonia tuvo lugar en el Real Monasterio de San Jerónimo en Madrid, una boda a la que asistieron numerosos miembros de todas las casas reales de todo el mundo, una ceremonia oficiada por el cardenal Ciriaco Sancha, arzobispo de Toledo. Los padrinos fueron la reina María Cristina y el cuñado del rey el infante Carlos de Borbón-Dos Sicilias.

Los novios comienzan su desfile en carroza descubierta, ante la mirada atenta del pueblo que enfervorecida les saluda, al salir de la calle Mayor desde el cuarto piso del nº 88 arrojan un ramo de rosas blancas que esconde algo más que perfume, pues el elegante ramo lleva adosada una bomba que desencadena una gran explosión que desata el pánico, causando veinticinco muertos y más de cien heridos, los reales novios lograron salir ilesos gracias a que un cable del tranvía desvía su trayectoria.

El regicida es un anarquista catalán llamado Mateo Morral Roca que en el tumulto provocado por el suceso consigue escapar, aunque será detenido en Torrejón de Ardoz el 2 de junio.

Las fuentes de la investigación oficial sostienen que se entregó pacíficamente y que cuando era conducido por un guardia, sacó una pistola marca Browning que llevaba oculta matándole para posteriormente suicidarse, aunque recientes estudios han puesto en duda esta versión de los hechos.

 

NOTA:

Alfonso XIII, conocedor de la mala situación económica de la familia de la novia, no solicitó dote.