miércoles, 8 de noviembre de 2017

EL ENCUENTRO DE DOS MUNDOS


Mañana del 8 de noviembre 1519 Tenochtitlán, capital del gran Imperio Mexica. Un grupo de españoles, muchos de ellos extremeños, entran en la esplendorosa ciudad, la joya del imperio, situada sobre un inmenso lago y llena de canales como si fuera Venecia, al frente de ellos marcha Hernán Cortés.




El emperador Moctezuma y toda su corte salen a recibirlos con un gran despliegue de medios y gran ostentación de riqueza, solemos definirlo como gran pompa y boato.


Se describió al emperador mexica por parte de los españoles de esta manera: 

“Moctezuma tenía unos 40 años, de buena estatura y bien proporcionado, cenceño y de pocas carnes y el color no muy moreno, sino propio color y matiz de indio. Traía los cabellos no muy largos, solo le cubrían las orejas, y pocas barbas, prietas, bien puestas y ralas. El rostro algo largo y alegre, los ojos de buena manera, y mostraba en su persona, en el mirar, por un cabo amor, y cuando era menester, gravedad. Era muy pulido y limpio, bañábase cada día una vez a la tarde”. 


Supuesta momia de Moctezuma según la revista “Alrededor del Mundo” de 1901.


Desfile en la ciudad de México con motivo del centenario de la independencia del país. El conquistador montaba su famoso caballo tordillo y rodeábanlo sus capitanes más conocidos, como Alvarado, Cristóbal de Olid y otros, sin que faltara Bernal Díaz, cronista más tarde de la expedición. 

La célebre Malinche iba a pie junto a Cortés, y detrás los españoles, los soldados que acompañaron al inmortal extremeño en la aventura.

Fuente:  “La ilustración Artística” 1910



Dioramas del maestro Alarma presentados en la Exposición Ibero-Americana de Sevilla de 1930 representando el encuentro de Cortés y Moctezuma.



Momento en que Hernán Cortés, acompañado de una docena de jinetes, 300 soldados españoles de infantería, algunos miles de indios amigos de Flarcala y Cempoala, hizo su entrada solemne en la capital Mexicana, por la calzada medidional que media legua antes de llegar a Tenoxtitlán está cortada y defendida por la fortaleza de Xoloc. Cortés se adelantó a su escuadrónde jinetes y se apeó de su caballo para abrazar al Emperador, lo cual le impidieronlos dos principes que le rodean, consintiendo sólo que le adornase con un collar de perlas y diamantes. Este es el momento histórico que representa el panorama.


Frente del espectador se levantaba la declive rocosa entrelazada con plantas y flores de la calzada, interrumpida por un puente de madera de 8 metros de anchura. Los españoles para saludar a Moctezuma tuvieron que pasar dicho puente, dirigiéndose hacia la fortaleza de Xoloc, donde les aguardaba el Emperador Azteca con su fastuoso séquito. Entre los acompañantes de Hernán Cortés, figuran sus capitanes Cristóbal de Olid, Pedro de Alvarado, Diego de Ordaz Max, y el famoso Fray Bartolomé de Olmedo.


Panorámica de Medellín  por aquellas fechas de 1930



En el Centro Histórico de la capital mexicana existe un gran bloque de granito que señala el lugar exacto donde tuvo lugar este crucial encuentro entre Cortés y Moctezuma.



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