Mañana del 8 de noviembre 1519 Tenochtitlán, capital del gran Imperio Mexica. Un grupo de españoles, muchos de ellos extremeños, entran en la esplendorosa ciudad, la joya del imperio, situada sobre un inmenso lago y llena de canales como si fuera Venecia, al frente de ellos marcha Hernán Cortés.
El emperador Moctezuma y toda su corte salen a recibirlos con un gran despliegue de medios y gran ostentación de riqueza, solemos definirlo como gran pompa y boato.
Se describió al emperador mexica por parte de los españoles de esta manera:
“Moctezuma tenía unos
40 años, de buena estatura y bien proporcionado, cenceño y de pocas carnes y el
color no muy moreno, sino propio color y matiz de indio. Traía los cabellos no
muy largos, solo le cubrían las orejas, y pocas barbas, prietas, bien puestas y
ralas. El rostro algo largo y alegre, los ojos de buena manera, y mostraba en
su persona, en el mirar, por un cabo amor, y cuando era menester, gravedad. Era
muy pulido y limpio, bañábase cada día una vez a la tarde”.
Supuesta momia de Moctezuma según la revista “Alrededor del
Mundo” de 1901.
Desfile en la ciudad de México con motivo del centenario de
la independencia del país. El conquistador montaba su famoso caballo tordillo y
rodeábanlo sus capitanes más conocidos, como Alvarado, Cristóbal de Olid y
otros, sin que faltara Bernal Díaz, cronista más tarde de la expedición.
La
célebre Malinche iba a pie junto a Cortés, y detrás los españoles, los soldados
que acompañaron al inmortal extremeño en la aventura.
Fuente: “La ilustración
Artística” 1910
Dioramas del maestro Alarma presentados en la Exposición Ibero-Americana de Sevilla de 1930 representando el encuentro de Cortés y Moctezuma.
Momento en que Hernán Cortés, acompañado de una docena de
jinetes, 300 soldados españoles de infantería, algunos miles de indios amigos
de Flarcala y Cempoala, hizo su entrada solemne en la capital Mexicana, por la calzada
medidional que media legua antes de llegar a Tenoxtitlán está cortada y
defendida por la fortaleza de Xoloc. Cortés se adelantó a su escuadrónde
jinetes y se apeó de su caballo para abrazar al Emperador, lo cual le
impidieronlos dos principes que le rodean, consintiendo sólo que le adornase
con un collar de perlas y diamantes. Este es el momento histórico que
representa el panorama.
Frente del espectador se levantaba la declive rocosa
entrelazada con plantas y flores de la calzada, interrumpida por un puente de
madera de 8 metros de anchura. Los españoles para saludar a Moctezuma tuvieron
que pasar dicho puente, dirigiéndose hacia la fortaleza de Xoloc, donde les aguardaba
el Emperador Azteca con su fastuoso séquito. Entre los acompañantes de Hernán
Cortés, figuran sus capitanes Cristóbal de Olid, Pedro de Alvarado, Diego de
Ordaz Max, y el famoso Fray Bartolomé de Olmedo.
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