Vemos una foto que ilustra una publicación del año 1924 y que hace referencia a nuestra ciudad, concretamente a sus alrededores, un tiempo de grandes revoluciones sociales.
La figura central una mujer que
sostiene entre sus brazos a un niño, en Don Benito por esos años la
desnutrición y la mortalidad infantil eran un gran problema que aquejaba a las
clases menos favorecidas, familias que no podían costearse una nodriza para
criar a sus hijos pues algunas madres no tenían leche.
En Francia surgió una iniciativa en el año 1892, idea del Dr. Pierre Budin, de crear una institución para remediar este tipo de
problemas, modelo que muy pronto sería adoptado en todo el mundo.
Dr. Pierre Budin |
Aunque he
encontrado este artículo de la Revista de escuelas normales (Guadalajara) de
marzo de 1923 firmado por G. Sánchez Guisande que dice lo siguiente:
“Fue un español quien
primeramente estableció consulta para niños de pecho y repartió leche
esterilizada para su alimentación y prodigó consejos a las madres: el Dr. Vidal
Solares, en el Hospital de niños pobres de Barcelona, el año 1890.
Rechazamos, pues, las
afirmaciones de Ausset en la «Revue philanthropique (1909) de que esta obra
meritísima no ha tenido imitadores. Budín, aunque no sabemos si conocía la obra
del Dr. Solares, estableció en 1892 en París su consultorio, en el cual
introdujo luego la leche esterilizada. El Dr. Variot, del dispensario de
Velleville, organiza en grande la distribución de la leche esterilizada, en
julio del mismo año: y el Dr. Dufour, de Fecamp, funda en 1894, una obra que
bautizó con el nombre de «Gota de leche». Desde entonces surgieron por todas
partes instituciones análogas. Desde 1900 vemos aparecer en Inglaterra la «Milk
depot», en Alemania la «Municipal milchkuhe», en Italia el «Dispensario
perlattanti» y en España la «Gota de leche».
El ayuntamiento de
Madrid había subvencionado dicho consultorio con 10.000 pesetas anuales, cifra
que ha rebajado a 1500 en 1911. Casi al mismo
tiempo comienzan a funcionar en San Sebastián, Barcelona, Bilbao, Tortosa y
Valencia, Consultorios y Gotas de leche; a cuyas poblaciones han seguido todas
aquellas que se preocupan por la vida y la salud de los niños”.
Entre estas ciudades se encontraba Don Benito, “La Gota de
elche” se instaló el 6 de enero de 1928 en la Casa de las Religiosas Amantes de
Jesús, situada en la calle de Cilla (hoy calle Madre Matilde) a iniciativa de
su Alcalde-Presidente Don Enrique Granda y Calderón de Robles.
El ayuntamiento donó los aparatos para su instalación
subvencionándola con 10.000 pesetas de la época, misma cantidad que una ciudad como Madrid y
gracias a esta iniciativa y a la higiene que proporcionaba, las tasas de mortalidad infantil en nuestra
ciudad descendieron notablemente, dando de estar forma lugar al progreso y a
una mejor calidad de vida, pues a esta medidas adoptadas por el consistorio
municipal, se le unieron otras, como las mejoras en la red de alcantarillado y
abastecimiento de agua limpia, así como la construcción de carreteras y caminos
vecinales, la reparación de escuelas o la conservación del cementerio.
Un diario independiente de Madrid de 1923 describe de esta manera a nuestra ciudad:
“La ciudad de Don Benito se eleva en un terreno fértil y bastante llano, su caserío está situado a la izquierda y a corta distancia del río Guadiana, y se extiende por la llanura, excepto uno de sus barrios, el de San Sebastián, que ocupa un cerro.
La Plaza de Don Benito, año 1929. Foto: Alfredo Ara Martín. |
La construcción fue hecha en cuatro años, y la población creció rápidamente, y el 1814 contaba ya 8.000 habitantes. Perteneció desde su fundación al condado de Medellín, que acataba la jurisdicción de los condes del mismo título; pero en 1735 Felipe V de Borbón, agradecido a Don Benito porque durante la guerra de Sucesión había combatido por él, alistando una compañía de 300 hombres, lo eximió de la citada jurisdicción condal y lo erigió en villa.
Calle Donoso Cortés, Don Benito, año 1929. Foto: Alfredo Ara Martín. |
Durante la guerra de
la independencia se alzó contra los franceses, y después de la desgraciada
batalla de Medellín, que tan funesta fue para los españoles, sufrió muchos
estragos.
Don Benito tiene unas doscientas calles, plazas y plazuelas, y su plaza más importante es la de la Constitución, con un paseo arbolado.
Calle Portugal, Don Benito, año 1929. Foto: Alfredo Ara Martín. |
Sus principales
edificios son: el templo parroquial de Santiago, con tres naves y un
campanario, que ostentaba las estatuas de don Benito y de su mujer, fundadores
de la villa, obras destruidas en un hundimiento; las iglesias parroquiales de
San Juan y Nuestra Señora del Consuelo,
la de San Sebastián, la iglesia de San Andrés, el hospital de San
Antonio, el Ayuntamiento, el teatro y los palacios del marqués de Valdegama y
del conde de los Campos de Orellana.
Calle Villanueva, Don Benito, año 1929. Foto: Alfredo Ara Martín. |
Tiene escuelas
públicas, colegios particulares, sucursal del Banco de España, varios
conventos, dos ermitas y algunos hoteles.
Goza de alumbrado
eléctrico y de comunicación ferroviaria en la línea de Ciudad Real a Badajoz.
Su término municipal es regado por el Guadiana, el Búrdalo, el Guadámez, el
Ortiga y el Galgáligas y algunos arroyos. Contribuyen a fertilizarlo también
varios pozos, entre ellos los llamados del Frente y el Milagro, ambos de gran
caudal. Hay muchas dehesas con pastos excelentes y montes poblados de encinas,
jaras, chanecas y madroños. Sus riquezas más importantes son: el aceite, la
cría de ganados, la lana y el vino.
La avenida, Don Benito, año 1929. Foto: Alfredo Ara Martín. |
Herrería de Don Benito. Foto: Alfredo Ara Martín. |
- Fuentes consultadas:
- El Financiero, 1924
- BAROGRAFO
DE UN LUSTRO. Provincia de Badajoz. 1923 – 1928 (Biblioteca Pública Francisco Valdés, catálogo en línea)
- Fundación
de la “Gota de Leche” en Don Benito de Daniel Cortés González. (Presidente
Asociación Torre Isunza)
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