LA ESPADA LOBERA
El Rey Fernando III (1199-1252) “EL Santo”,
nos legó una de sus más famosas armas, la espada llamada “Lobera”. Es una
espada de hoja plana y dos filos, que mide 0,854 m de largo y 0,053 m por la
parte más ancha, disminuyendo, casi insensiblemente, hasta terminar en punta
redonda. El origen del nombre “lobera” puede deberse según los estudiosos, a
las siguientes razones. Que fuera una espada de caza, se supone que para matar
lobos y otros animales, que fuese una espada de vestir juntamente con la prenda
llamada “Loba”, especie de vestido talar, o simplemente porque fuera el nombre
que le diera el Rey. La espada perteneció originalmente al conde Fernán
González. La espada no pasó al heredero, futuro Alfonso X si no que en su lecho
de muerte el Rey Fernando se la donó a su hijo menor el infante Don Manuel
cediéndosela con las siguientes palabras: “Non vos puedo dar heredad ninguna,
mas dovos la mi espada Lobera, que es cosa de muy grande virtud et con que me
fizo Dios a mi mucho bien”.
La espada se conserva en la Catedral de Sevilla de
donde cada año es sacada en procesión para conmemorar la reconquista de la
ciudad en 1248 por el Rey San Fernando. La porta el alcalde de la ciudad, empuñándola
por la punta, pues solo el Rey puede hacerlo por la empuñadura.
LA ESPADA DE SANCHO IV
La espada del rey Sancho IV "el
Bravo" de Castilla y León. Pertenece al Tesoro de la catedral de Toledo.
Sancho IV de Castilla (Valladolid, 12 de mayo de 1258 - Toledo, 25 de abril de
1295), llamado «el Bravo», fue rey de Castilla (1284-1295).
Era hijo del rey
Alfonso X de Castilla, y de su esposa, la reina Violante de Aragón, hija de
Jaime I el Conquistador, rey de Aragón. Curioso, esto parece sacado de un
capítulo de “Juego de Tronos”: "El 8 de junio de 1288 se hallaba en Alfaro y
discutió por cuestiones de castillos y mujeres con Lope Díaz III de Haro, VIII
señor de Vizcaya y con Juan Alfonso López de Haro I, XI señor de Cameros.
Agriada la discusión, ordenó que apresasen a Lope de Haro. Fue entonces cuando:
... el Conde se levantó mucho asina e dijo: ¿Presos? ¿Cómo? ¡A la merda! ¡Oh,
los míos! e metió mano a un cuchillo e dejóse ir para la puerta donde estaba el
Rey el cuchillo sacado e la mano alta... ballesteros e caballeros, veyendo que
el Conde iva contra el Rey, firieron al Conde, e diéronle con una espada en la
mano, e cortáronsela, e cayó luego la mano en tierra con el cuchillo; e luego
diéronle con una maza en la cabeza, que cayó en tierra muerto". Extracto:
Crónica del reinado de Sancho IV el Bravo. Claudio Sánchez Albornoz.
LA ESPADA DE JUAN DE CASTILLA
Juan de Castilla el de Tarifa
(Sevilla, 1262 - Pinos Puente, 25 de junio de 1319. Infante de Castilla e hijo
de Alfonso X de Castilla y de la reina Violante de Aragón. En 1296, durante la
minoría de edad de su sobrino, Fernando IV de Castilla, fue proclamado rey de
León, de Sevilla y de Galicia como Juan I de León, aunque en 1300 se reconcilió
con Fernando IV y entró a su servicio. En 1312, tras la defunción de Fernando
IV, fue nombrado tutor de Alfonso XI de Castilla, cargo que desempeñó hasta su
muerte junto con la reina María de Molina y el infante Pedro de Castilla (1290-1319).
Fue señor de Valencia de Campos y señor consorte de Vizcaya por su matrimonio
con María Díaz de Haro, y fue además señor de Baena, Luque, Zuheros, Lozoya,
Villalón, Oropesa, Santiago de la Puebla, Melgar de Arriba, Paredes de Nava,
Medina de Rioseco y Castronuño, y desempeñó los cargos de alférez del rey y
mayordomo mayor del rey. Fue además adelantado mayor de la frontera de
Andalucía. Murió en el Desastre de la Vega de Granada, acaecido el día 25 de
junio de 1319.
El Desastre de la Vega de Granada fue un combate librado el día
25 de junio de 1319 en la localidad granadina de Pinos Puente, cerca de la
ciudad de Granada, entre las fuerzas de la Corona de Castilla y las del reino
nazarí de Granada.
También es conocida con el nombre de batalla de Elvira, o
batalla de Sierra Elvira. La batalla supuso un desastre para el reino de
Castilla y León, y en la misma perdieron la vida dos de los tutores de Alfonso
XI, que gobernaban en nombre del rey por ser menor de edad, y que capitaneaban
las fuerzas cristianas en la batalla. Los dos tutores fallecidos eran el
infante Juan de Castilla, hijo de Alfonso X, y el infante Pedro de Castilla,
hijo de Sancho IV y de la reina María de Molina. A la muerte de los dos
infantes, María de Molina quedó como única tutora del rey durante un tiempo,
hasta que fue acompañada en la tutoría, en 1320, por el infante Felipe de
Castilla, su hijo, y por don Juan Manuel, nieto de Fernando III.
LA ESPADA DE JAIME I
El Rey Jaime I de Aragón, “El
Conquistador” tenía una espada y también un espadón de dos manos, conocido como
su espada de batalla. Jaime I, Rey de Aragón, de Mallorca y de Valencia, Conde
de Barcelona y de Urgel y Señor de Montpellier, nació en Montpellier el 2 de febrero
de 1208 y murió en Alcira el 27 de julio de 1276; reinó en Aragón (1213-1276),
en Valencia (1239-76) y en Mallorca (1229-1276), conde de Barcelona
(1213-1276), señor de Montpellier (1219-1276) y de otros feudos en Occitania.
La leyenda de las marcas de la Catedral de Valencia:
En la Puerta del Palau de
la Catedral de Valencia, la más antigua de todas, existe en su parte derecha
unas enigmáticas marcas realizadas en la piedra que han originado varias
leyendas. Aunque los historiadores defienden que se trata de las marcas de los
canteros que participaron en la construcción de la catedral existen bonitas
leyendas que el pueblo valenciano se encargó de crear y transmitir. En una de
ellas se cuenta que estas líneas las fueron realizando los caballeros que, antes
de acudir a la batalla, iban a orar a la catedral. Después pasaban su espada
por la piedra como símbolo de pedir perdón por las muertes que su filo iba a
causar.
LA CIMERA DE JAIME I
La Cimera era un adorno que se situaba en la cima del yelmo de
los caballeros. Recibió este nombre porque recordaba las crestas de
plumas que poseen algunas especies de aves sobre sus cabezas al estar
colocaba en la parte superior del casco. Las cimeras también comenzaron a
figurar en las representaciones de los yelmos que se encuentran
situadas en el timbre heráldico, uno de los elementos empleados como
adornos exteriores del blasón.
La de la foto que adjunto, se
conserva en la armería del Palacio Real de Madrid. Se identificó después
con Jaime I. Esta en concreto procede de Mallorca, donde, como cuenta
Antoni Furió «se utilizaba en la Fiesta del Estandarte, que conmemora la
conquista de la ciudad. En 1831 fue reclamada por la monarquía española
y desde entonces se encuentra en Madrid.
A pesar de las peticiones
continuas para que sea devuelta a la isla, hasta ahora sólo se ha
logrado que la Real Armería enviara una copia, de bastante mala calidad,
en 1994, que se expone en dicha Fiesta del Estandarte.
Jaime I de Aragón el Conquistador (Montpellier, 1208 - Alcira, 1276) fue rey de Aragón, de Valencia y de Mallorca. Conde de Barcelona, Conde de Urgel, señor de Montpellier y de otros feudos en Occitania.
Jaime I de Aragón el Conquistador (Montpellier, 1208 - Alcira, 1276) fue rey de Aragón, de Valencia y de Mallorca. Conde de Barcelona, Conde de Urgel, señor de Montpellier y de otros feudos en Occitania.
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