miércoles, 10 de octubre de 2018

ISABEL II EN DON BENITO



Tal día como hoy, 10 de octubre pero de 1830 vino al mundo María Isabel Luisa de Borbón y Borbón-Dos Sicilias, reina de España.


En el año 1866 nuestra ciudad vio el fugaz paso de esta reina por la estación, el viaje era cortesía de la casa Real Española a los Reyes de Portugal con motivo de la inauguración de la línea de ferrocarril Ciudad Real - Lisboa.




A su paso por Extremadura un numeroso gentío se agolpaba junto a las vías, cuenta en su crónica el periódico La España, de fecha 25 de diciembre de  1866, la siguiente anécdota:

“ Tras el paso del convoy del rio Guadalmez, tuvo lugar un suceso conmovedor, un padre de aspecto noble y venerable estaba arrodillado cerca de la vía,  tenía a cada lado dos hijos de tierna edad y los cinco de rodillas, entrelazadas las manos, con la cabeza descubierta y en actitud digna ,y nobilísima, lloraban de ternura, sin pronunciar un ¡viva! Sin articular una palabra, embargados por la alegría y en un verdadero éxtasis de adoración. Dios sabe desde donde habría llevado aquel padre  a sus hijos, para prestar tal homenaje a su Reina; para trasmitirles todos sus sentimientos, infundirles toda su lealtad y legarles con el recuerdo de aquel acto toda la inmensidad de su abnegación por su Soberana.

 ¡Dios solo pudiera sondear el abismo de amor de aquel corazón de padre, en aquella soledad y aquellos momentos, cuando de nadie esperaba aplauso ni recompensa!



Posteriormente el tren pasó por Cabeza del Buey y luego llegó a Castuera, donde una gran multitud se encontraba en la estación arrodillada y con la cabeza descubierta, los andenes y sus inmediaciones se hallaban inundados por una muchedumbre que no dejaba de vitorear.




La reina vestía de elegante y vivo color de grosella, una nube de pañuelos y sombreros se agitaban a su paso y ¡vivas! atronadores contestaban a cada saludo de la reina, a cada movimiento de su pañuelo. 

Luego llegó a Campanario, largas filas de hombres y mujeres arrodillados se encontraban en su estación, pasaban de seiscientos, sentían verdadera adoración por su reina. Una banda de música la recibió e incluso se bajaron las campanas de la torre de la iglesia y se llevaron a la estación para que sonaran a su paso, tiraron también cohetes, pues todo les parecía poco.




Villanueva también le propició un gran recibimiento, la tarde del día 10 de diciembre de 1866, al llegar a Don Benito, con su pañuelo, la  reina saludó a un gran gentío que se agolpaba en la estación, para homenajear a su majestad, por su condición de Camarera Real Honorífica subió al tren Doña Alberta Campuzano y Prieto, madre de Carlos García de Paredes (ajusticiado en 1905 por el famoso “Crimen de Don Benito”).


Estación de Don Benito a finales del siglo XIX. Foto cedida por D. Herminio Fernández
 

Cuando en tren se detuvo en Medellín, subió al tren Doña Ana de Biosca y Navarro, esposa del médico de la villa, acompañada por la mujer del boticario, Doña Ana le ofreció a la reina una toquilla tejida por ella misma y ésta le entregó su pañuelo. 


Estación de Medellín. Foto cedida por D. Herminio Fernández

Me contó Manuel, el bisniesto de la señora de Biosca, que ésta solo tenía hijos, por lo cual debió acabar entregando el pañuelo a la mujer del boticario que sí tenía hijas y posiblemente uno de sus descendientes trajera el pañuelo sobre los años 30 del siglo pasado a Don Benito.




Figuran en este pañuelo las siglas IFB (Isabel Fernanda Borbón) sobre flores de lis y rematadas por la corona real.

Este objeto histórico fue rescatado de un contenedor de escombros junto a una casa que se estaba demoliendo, había sido abandonado seguramente por desconocimiento de sus propietarios, hoy este objeto de gran valor histórico es de propiedad privada y su dueño quiere preservar su anonimato.
 
¡¡ Muchas gracias por rescatar y conservar esta joya!!

NOTA: Esta prenda, pudo contemplarse en el año 2017 en la Casa de la Cultura de la ciudad, dentro de la magnífica exposición "Donoso Cortés y su tiempo (1809-1853)".


CURIOSIDADES SOBRE LA REINA
 

En el año 1833 Isabel se convirtió en reina de España gracias a la supresión del Reglamento de sucesión denominado “Ley Sálica” (la norma que establecía la sucesión a la corona a favor de los varones).



Por ser menor de edad Isabel, hubo que nombrarse un regente del reino, la primera en asumir esta regencia fue su madre, María Cristina de Borbón-Dos Sicilias, hasta el año 1840. Posteriormente se convertiría en regente del reino el general Espartero hasta 1843 y a los 13 años, el 8 de noviembre de 1843, Isabel fue declarada mayor de edad. A los dieciséis años contrajo matrimonio con su primo, que se convertiría en rey consorte, D. Francisco de Asís María Fernando de Borbón y Borbón-Dos Sicilias.



Dicen las malas lenguas de la época que la noche de bodas llevaba más encajes que la propia reina, era conocido popularmente como “Paquita Natillas”.

Este matrimonio de conveniencia resultó ser un fracaso instantáneo, ella amante de la diversión, alegre y, según algunos historiadores, con un deseo sexual exagerado conocido como ninfomanía mientras que él perdía más aceite que el autobús de Locomía. La mezcla, como podéis imaginar, era explosiva ¡cuantos minutos de telebasura llenarían en nuestros días!. Aunque la prensa de la época también les dedicó algunas coplillas que llegaron a ser muy populares, como aquella que dice:

- Gran problema es en la Corte averiguar si el Consorte cuando acude al escusado mea de pie o mea sentado.



Esto de que orinaba sentado era cierto pues padecía hipospadias, una anomalía congénita en la que el agujero de orinar o meato urinario, se localiza en algún lugar en la parte inferior del pene, en su caso en la unión del escroto con éste.

Pese a todo mantuvieron las apariencias y tuvieron 12 hijos, Paquita asumió la paternidad de todos, aunque se rumoreaba que cada hijo tenía un padre distinto pues la lista de amantes de la reina era interminable.


En el año de 1868 los reyes tuvieron que huir de España pues estalló la revolución y se instalaron en Francia. En 1870, Isabel II abdicó en favor de su hijo Alfonso XII.

Francisco (Paquita) murió en Francia en 1902, la reina falleció dos años después en Paris, a la edad de 73 años a consecuencia de una gripe, sus últimas palabras fueron: 

"Creo que me voy a desmayar”. 

Ambos reposan para siempre en el Panteón de los Reyes del Monasterio de El Escorial.



Fuentes y agradecimientos:

  • Manuel Fernández Jiménez, bisnieto de Doña Ana de Biosca.
  • Periódico La España, de fecha 25 de diciembre de  1866 
  • Miguel Buendía y Guillén.
  • Antonio Sánchez Nieto. 
  • Aportes genealógicos de una familia dombenitense, los Donoso-Cortés, de Daniel Cortés González.

     

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