sábado, 1 de septiembre de 2018

LA JOVEN CATALINA



"Puedes engañar a todo el mundo algún tiempo. Puedes engañar a algunos todo el tiempo. Pero no puedes engañar a todo el mundo todo el tiempo."


Palacio de Hampton Court. Con paso firme la Guardia Real marcha por sus pasillos, nadie los puede detener pues cumplen una orden directa del rey, muchos ya lo sospechaban e inevitablemente va a suceder, es miércoles 10 de Febrero del año 1542, la reina es detenida y confinada en la Torre de Londres, no volverá a ver más la luz del día, pues será ejecutada tres días después.

Catalina Elizabeth Howard, fue la quinta esposa de Enrique VIII y, por tanto, reina de Inglaterra. Nació en el año 1520 en Surrey (Inglaterra), hija de un lord muy pobre llamado Edmund Howard. A la temprana edad de 12 años ya tuvo con su profesor de música su primer romance, pero poco tiempo después le abandonó por un joven llamado Francis Dereham, parece ser que éste fue el amor de su vida. Cuando esta virtuosa joven cumplió los 19, pasó a formar parte de las damas de compañía de Ana de Cleves, esposa del rey. Enrique no tardó en fijarse en la nueva dama convirtiéndola rápidamente en su amante, pues la reina no era de su agrado. 




Y el 9 de Julio de 1540 anuló su matrimonio con Ana y se casó en secreto con Catalina y poco después fue reconocida públicamente como reina de Inglaterra. Pero a la ambiciosa joven le desagradaba con extremo el físico del rey, obeso, enfermo de gota… en realidad le repugnaba y mantuvo encuentros amorosos con numerosos cortesanos en los escasos dos años que duró su reinado, entre ellos su primer amor




Las aventuras de la reina llegaron a oídos del rey y aunque ella alegó que había sido forzada, su amante fue detenido y después de ser torturado, fue ejecutado según dictaminaba la ley para este tipo de delitos, por destripamiento y castración. 




Posteriormente salieron a la luz pruebas de más infidelidades, cartas amorosas del propio puño y letra de la reina, esto solo significaba una cosa, traición. 




Estas nuevas evidencias demostraban su infidelidad y un proyecto de ley fue aprobado a través del parlamento para condenarla. El 13 de febrero de 1542, la joven Catalina fue llevada ante el verdugo, aterrorizada pidió perdón y fue… decapitada. 




Hay quienes afirman que el espíritu de Catalina Howard vaga por todo el recinto de Hampton Court y que en el pasillo donde fue arrestada se han escuchado sus alaridos e incluso han aparecido en el suelo rastros de sangre.

Al final todo se sabe y como decía Alejandro Dumas:

"Cuando el diablo se mezcla en los asuntos humanos para arruinar una existencia o trastornar un Imperio, es muy extraño que no se halle inmediatamente a su alcance algún miserable al que no hay más que soplarle una palabra al oído para que se ponga seguidamente a la tarea". 


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