MADRE MATILDE

Matilde Téllez Robles, nació el 30 de mayo de 1841 en Robledillo de la Vera (Cáceres) en el seno de un hogar cristiano, su padre, D. Félix Téllez Gómez (notario) y Dª Basilea Robles Ruiz, su madre. 

Por la profesión de su padre, se trasladó a Villavieja, Becedas y finalmente cuando contaba con 10 años, toda la familia se mudó a la ciudad de Béjar, en Salamanca. 

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Matilde, la mayor de las hembras, está decidida a hacerse maestra, pero el 25 de marzo de 1854 sufre un duro revés, Esteban, su hermano, muere inesperadamente y tiene que abandonar sus estudios. Con 20 años, es toda una mujer, y a diferencia de otras chicas de su edad, Matilde visita a los enfermos y ayuda a los más necesitados.

En 1863, durante las Misiones Populares, es elegida primera presidenta. A la vista de tanta miseria, retoma la idea de hacerse maestra para de esta manera ayudar a la juventud. Se rodea de niñas a las que enseña a leer, escribir, matemáticas y el catecismo. Sus esfuerzos se verían recompensados y es nombrada “enfermera investigadora” por las “conferencias de San Vicente de Paul”. Su popularidad y prestigio aumentan de esta manera, día  a día.

Sus dos hermanas, Elvira y Patricia se casan, pero los amores de Matilde son sus enfermos, sus niñas y Cristo. Es una época difícil, muy anticlerical y pese a la oposición de su familia se convierte en líder evangélico. Unas cuarenta mujeres están dispuestas a seguirla, incluso María Briz deja a su novio para seguir su camino y el 19 de marzo de 1875, inician su vida de retiro en una vieja casa que bautizan con el nombre de Nazaret. Un convento sin reglas, sin hábitos ni superiores, era lo nunca visto, sus prioridades eran Dios y los pobres.  Sufrieron el celo farisaico de algunos clérigos que las hacían la vida imposible, pero su suerte cambiaría al llegar a la diócesis un nuevo obispo, D. Pedro Casas y Souto al que Matilde expone sus ideales, este Prelado al que llaman “Martillo del Liberalismo”  bendice sus obra y en abril de 1867 manda su aprobación y Matilde y María visten el hábito religioso en Plasencia.

  

Recibido su hábito, Matilde y María Briz recorren Extremadura demandando limosnas para fundar un noviciado y, tras un duro negociado, en  1879 la comunidad se traslada de Béjar a Don Benito, donde instalan el noviciado, acogen niñas huérfanas, ponen clase diaria y dominical, atienden a los enfermos en sus casas y ayudan a los pobres, no le faltan benefactores como D. Diego Alguacil-Carrasco y Dª María Quirós y funda su nuevo “Nazaret”.

Año 1885, un año fatídico, pues una epidemia de cólera arrasa como un vendaval la ciudad de Don Benito, Matilde y sus hermanas no dudan en exponer sus vidas para ayudar y socorrer a los más necesitados, crean un pequeño hospital e incluso asisten a los enfermos en sus propios domicilios y se hacen cargo de las niñas huerfanas. La temible peste se lleva unos de los pilares de su obra, Sor María Briz, que recibió el afecto de todo el pueblo.

En el año 1895 llegó la aprobación definitiva desde Roma y a partir de ese momento, su obra creció extraordinariamente. Matilde cuenta ya con 61 años, después de una vida dura entregada a los demás, se encuentra indispuesta y achacosa y al salir a la calle se desploma a causa de un ataque de apoplejía. El 17 de diciembre de 1902 todo el pueblo de Don Benito lloró su muerte.

Fue Beatificada por Juan Pablo II el 21 de marzo de 2004 en Roma, y el 8 de mayo de 2004 se hizo una Procesión con las reliquias de la Beata desde su Capilla hasta la Parroquia de Santiago, donde se celebró la Eucaristía de Acción de Gracias por su Beatificación. Su festividad quedó establecida para el día 30 de mayo. 

Beata Matilde Téllez. Hija Adoptiva de Don Benito. Nombramiento concedido a Título Póstumo por el Ayuntamiento pleno de la ciudad en reconocimiento a su entrega y dedicación a los más necesitados. Don Benito, 17 de septiembre de 2004.

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Actualmente las Hijas de María Madre de la Iglesia (así se llaman desde 1965) realizan su labor evangelizadora en España, Portugal, Italia, Venezuela, Colombia, Perú, Méjico y Mozambique.

 FUENTES:

- Asociación “Torre Isunza” para la Defensa del Patrimonio Histórico y Cultural de Don Benito

- Mujer, extremeña y santa (Matilde Téllez Robles) de Teodoro Fernández Sánchez.