jueves, 14 de diciembre de 2017

LA ESPADA DE PIZARRO




Esta espada damasquinada en oro que podéis ver en la foto, lleva grabadas las iniciales “F.P.” Francisco Pizarro. 



El damasquinado es un trabajo de artesanía que consiste en la realización de figuras y dibujos mediante la incrustación de hilos o láminas de oro y/o plata en acero o hierro, normalmente, pavonado. 

El nombre hace referencia a la ciudad de Damasco (Siria). Esta artesanía se viene realizando desde épocas muy antiguas y en muy diversas partes del mundo. Hay constancia de que se realizó en el Antiguo Egipto, en Grecia y en Roma, así como en China y Japón. Los griegos atribuían su invención a Glauco de Chíos. En la península Ibérica ya era practicado en época prerromana y se encuentra en un tahalí y un cetro vacceos hallados en el yacimiento de Pintia, e íberos según la empuñadura de la falcata de Almedinilla, Córdoba.

En España, hay dos centros de producción de productos damasquinados: Éibar y Toledo. Este estilo de espada del siglo XVI era muy conocido y apreciado en toda Europa.

Esta espada destaca por su guarnición en forma de lazo que podía llevar diferentes acabados (calados, grabados, cincelados, damasquinados, etc. ) así como por su esbelta y ligera hoja de esmerado temple.

La auténtica espada de Pizarro fue regalada a John Downie, que fue un militar y aventurero escocés que Participó en la Guerra de la Independencia Española. 


Espada que blandiría en 1812, durante la Batalla del Puente de Triana, para tomar Sevilla de manos francesas, emprende a caballo una carga casi suicida con la espada de Pizarro superando las barreras de la artillería francesa y, cuando intentaba saltar con su caballo por un hueco del puente, es herido y tirado del caballo, sufriendo una herida en el ojo y en la mejilla y siendo apresado por los franceses, arrojando antes la espada a la Legión Extremeña para evitar que cayera en manos de los enemigos. 


Hoy se conserva en la Real Armería de Madrid. Prisionero de los franceses, John Downie es atado a un cañón y es llevado a la Villa de Marchena, a 52 kilómetros al Este de Sevilla.
El Duque de Wellington canjeará al prisionero por 190 soldados franceses.


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