En esta ocasión conoceremos un fragmento del artículo del Cronista de Extremadura de hace 116 años que trata sobre los origenes de nuestra ciudad y que a diferencia de otros, este sí, nos indica nombre y apellidos así como otros datos no menos interesantes.
Iglesia de San Benito (Don Llorente) Esta construcción ha
sido rehabilitada recientemente y afortunadamente rescatada en parte del
olvido, la ruina y la indiferencia. Se encuentra a corta distancia de Don
Benito, formaba parte de la mítica aldea de Don Llorente, muy cerca del que
sería su voraz devorador, el rio Guadiana. A la torre se accede por una escalera
exterior, de siete peldaños de 60 centímetros de ancho, construidos con piedra ¿podría ser esta torre una atalaya que ya existiera
antes que la propia iglesia?
Esta aldea de Don Llorente se cree que se fundó hacia 1190,
o bien inmediatamente después de la conquista del castillo de Medellín en 1234.
(1)
En cuanto a la creación de Don Benito, el cronista Nicolás Díaz y Pérez en una publicación de principios del siglo XX
escribe lo siguiente:
“Fue creado Don Benito hacia los promedios del siglo XIV por
los vecinos de Don Llorente quienes huyendo de las frecuentes inundaciones del
Guadiana, se establecieron en los terrenos que les ofreció gratuitamente un
señor, llamado Don Benito Velázquez
Dávila. (2)
Por los años de 1490 a 1500 aumentaron el vecindario del
nuevo pueblo multitud de vecinos de la villa de Medellín, para librarse del
pesado vasallaje del Conde. La familia de este Don Benito debió ser,
indudablemente, la que disfrutaba el Señorío de las villas de Loriana y Don
Llorente, es del siglo XIII, esto es, desde la Reconquista. (2)
En la capilla de Todos los Santos, que está en el mismo claustro
del hoy ruinoso monasterio de PP. Jerónimos, sirviendo de parroquia a la villa
de Guadalupe (Cáceres), aparece el enterramiento de un Don Juan Velázquez Dávila, del hábito de Alcántara. Señor de las
villas de Loriana y Don Llorente, que se fue a vivir a dicho monasterio,
muriendo en él a los siete años después, el 25 de Diciembre de 1572, a los
sesenta y nueve de edad, cubriendo su sepulcro con una losa de jaspe blanco muy
hermosa, en la que se ven grabadas sus armas sobre epitafio castellano. (2)
El 6 de noviembre de 1635 Felipe IV otorgó a Don Benito la jurisdicción de oficios por lo que en adelante podía nombrar dos alcaldes ordinarios, dos alcaldes de la Hermandad y escribanos independientes del conde de Medellín
Fuentes:
- “La Aldea de Don Llorente y sus vínculos con Don Benito” de
Julio Carmona. (1)
- “GENTE VIEJA” Últimos ecos del siglo XIX. Madrid 20 de
febrero de 1901. Artículo “La leyenda de Don Benito” de Nicolás Díaz y Pérez
(Cronista de Badajoz). (2)
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