jueves, 15 de noviembre de 2018

MEDELLIN. Aventuras con Manuel. Cap. IV





SANTA MARIA DEL CASTILLO

Los primeros restos que encontramos nada más entrar en el patio occidental del castillo y que vemos en las fotografías son los de una Iglesia, Santa María del Castillo. Fue construido este templo en el siglo XIII, poco tiempo después de que los cristianos conquistáramos el castillo a los moros. 




El estado tan calamitoso e irreconocible que presenta en la actualidad es debido a que sufrió numerosos destrozos durante la Guerra de la Independencia, aquella que te conté Manuel … la que nos enfrentó contra los soldados franceses mandados por Napoleón y que nos derrotaron en la sangrienta “Batalla de Medellín” el 28 de Marzo de 1809. Luego por la ocupación de las Milicias Nacionales (tropas Carlistas) entre los años 1834 y 1836, a partir de ahí fue casi abandonada, se cerró al culto definitivamente el 15 de marzo de 1894, finalmente la acabó de destrozar el bombardeo que sufrió el castillo durante la Guerra Civil Española en la primera mitad del siglo XX. 




Se cuenta que esta iglesia tenía en su altar mayor un bonito camarín, todo el piso de azulejos y las paredes pintadas al óleo y en su centro, las cuatro mujeres fuertes del Evangelio: Esther, Judith, Ruth y Abigail. Ocupando el centro de dicho camarín, la imagen de Nuestra Señora del Castillo (era una talla medieval de 40 cm., supuestamente gótica, con la Virgen sentada y el Niño sobre sus rodillas, desgraciadamente fue destruida durante la guerra civil de 1936). Existían además dos altares colaterales y estaba cubierta por bóvedas. 




Qué curioso Manuel, en este mismo lugar los antiguos daban culto a la naturaleza y a sus dioses sobre altares de piedra, luego los romanos erigieron sus templos, posteriormente los árabes levantaron sus mezquitas, finalmente los cristianos sus iglesias y siempre como resultado de una guerra. 




Me pregunto:

 - ¿Qué será lo próximo Manuel, acaso un templo Jedi…? ¿Vamos aprendiendo o... desaprendiendo?


EL MOLINO DE LOZANO 



Para esta aventura que hoy relato no pude contar con la compañía de mi amigo Manuel, mejor, pues el sitio es bastante o muy peligroso. Aún resuenan las carcajadas de Marisa a raíz del castañazo que me pegué. Debería estar señalizado o cerrado para así librarse de vándalos o de incautos como yo, ruego a quien corresponda tome medidas urgentes en materia de seguridad antes de que suceda una desgracia. Hablo del molino hidráulico conocido popularmente como “El Molino de Lozano”.

Este tipo de molino tenía un mecanismo que movido por el agua le permitía moler cereales. El nombre le viene del año 1914, cuando uno de sus mayores partícipes era Dª. María Lozano Sánchez (viuda de D. Francisco Puente) y con este nombre se ha quedado hasta hoy. 




Se encuentra cerca del puente de época barroca, apenas a 500 metros aguas arriba, su construcción es de época medieval. Es de planta poligonal y sus muros son de mampostería. Destaca la posición de la fachada este, cuya esquina funciona como tajamar, es decir, de manera que puede cortar el agua de la corriente y repartirla con igualdad y al mismo tiempo ofrecer menor resistencia a la fuerza de arrastre generada por el agua. 




La fachada oeste está reforzada por seis espolones para contrarrestar los empujes del rio Guadiana. En su interior se conservan aún y colocadas en su posición original las piedras y estructuras vinculadas a la molienda. En las cercanías del mismo también pueden observarse los restos, muy deteriorados, de la casa del molinero. 




He de contaros que Manuel y yo tenemos la misma suerte… sí, al igual que él ve desde su colegio el castillo, yo, aunque desde la distancia, lo veo desde Don Benito. Me suele pasar como al protagonista de la película de Amenábar “Mar adentro”, cierro los ojos y vuelo... vuelo sobre los cerros de Medellín, soñando con mil historias, con mil batallas… y pienso como dijo aquel poeta:

“Si es bueno vivir, todavía es mejor soñar, y lo mejor de todo, despertar”.





1 comentario:

  1. Estas superdocumentado! Como me gusta leerte,es como una novela por fasciculos.
    Es triste que todo eso haya acabado destruido por las guerras(como no) en sus diferentes etapas pero al fin y al cabo guerras.
    Recuerdo el molino y la casita. Cuando era pequeña recuerdo que hubo una crecida y en la casa habia vacas y no se si algun animal mas. Muchas noches desperté con el sofocon de esos animalillos.
    Gracias por tus lecciones

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