Hace ya algunos años, más de 140, un extremeño y un inglés iniciaron juntos un gran viaje por ferrocarril partiendo de Madrid con destino a la capital de Portugal, Lisboa.
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Estación de Don Benito a finales del siglo XIX. Foto cedida por D. Hermínio Fernández Gómez |
He creído interesante rescatar para el blog el capítulo que trata de su paso por Don Benito y Medellín, ahora que tanto se habla sobre el ferrocarril en Extremadura.
Fue publicado este viaje en un libro del año 1877, su título: “DE MADRID A
LISBOA. (IMPRESIONES DE UN VIAJE)” y su autor: D. Nicolás Díaz y Pérez.
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Nicolás Díaz y Pérez |
Este viaje también fue recogido, en esa ocasión por
capítulos, en la revista “EL CORREO DE LA MODA” de 18 de agosto de 1875.
Nicolás Díaz y Pérez fue cronista, periodista, escritor y masón. Nació en la capital pacense el 6 de diciembre del año 1841 en el seno de una familia demócrata. De ideología republicana, sufrió persecución y en el año 1859 estuvo encarcelado en Trujillo para posteriormente sufrir el exilio. En 1862 tras una amnistía regresó de nuevo a España pero en 1866 sufrió un segundo exilio en Portugal.
De nuevo en España en 1868 participó activamente en “La Gloriosa” (2) y tras una intensa actividad política en su juventud se asentó en Madrid y se convirtió en un renombrado escritor de gran influencia, reconocido con un sinfín de distinciones. Murió en el año 1902. (1)
Al llegar a la altura de Don Benito, el inglés (Mr. Scott),
se asoma por la ventanilla y pregunta:
- ¿A dónde está aquí el pueblo?
- ¿A dónde está aquí el pueblo?
- A la izquierda, dos kilómetros de
aquí. Es una villa muy grande, rica y alegre.
- La más moderna de Extremadura, como
que data del siglo XVI. El antiguo conde de Medellín tenía diez pueblos en los
cuales mandaba feudalmente y los esquilmaba a las mil maravillas. Uno de estos
pueblos estaba aquí a la derecha, unos cuatro kilómetros de nosotros, se llamaba
Don Llorente, a donde vivía un señor llamado D. Benito, dueño de estas tierras.
En 1506 este poderoso señor ofreció a los vecinos de Don Llorente tierras y
otros derechos de colonia para los que quisieran poblar en sus posesiones; y
cuarenta y dos años más tarde, en 1548 los vecinos de Medellín y Los de Don
Llorente habían fundado a Don Benito, librándose así de la tutela odiosa del
conde de Medellín. En 1614 ya contaba Don Benito con una población de 17.000
almas, como hoy más de 21.000. Felipe V, por cédula de 13 de Julio de 1735, le
hizo villa, eximiéndola de la jurisdicción municipal de Medellín, a donde estaba
agregada como su aldea.
Tiene una parroquia de la fundación de la villa y en su
torre estaban las estatuas de D. Benito y su señora, sus fundadores, las cuales
un día se vinieron abajo hundiendo parte de las bóvedas del templo. En 1707 Don
Benito se unió a las tropas de Felipe V, formando a sus expensas una compañía de
300 hombres que combatieron por este rey.
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Felipe V, rey de España |
En la guerra de la independencia luchó
como un gigante contra el extranjero, y su nombre lo repite la historia con
respeto glorioso.
A principios de este siglo, no recuerdo el año, el Gobierno de Madrid mandó a Don Benito un Alcalde mayor, conocidos en nuestra ápoca como Alcaldes corregidores. El nuevo funcionario no obraba a gusto del pueblo y era más déspota que lo que convenía a sus vecinos. Una mañana se levantó el vecindario, cercó la casa del Alcalde, le puso fuego, cogió a él y lo mató, probando de este modo que no es tan fácil dominar voluntades libres.
El gobierno mandó formar causa, vino a la villa un juez
especial a instruirla, tomó declaraciones a todos sus vecinos, y vio que habia
unanimidad en la designación del autor del crimen. Era... D. Benito!... ¡La
estatua que estaba sobre la torre de la parroquia! Nadie declaró otra cosa. No
tengo para qué decir a Vd. que al reo no pudieron ahorcarle, porque estaba
abolido desde Carlos III ahorcar ni quemar las estatuas ni las efigies, a que
tan acostumbrados estaban los tribunales de la Inquisición.
En este pueblo nació Donoso Cortés, el famoso marqués de
Valdegamas, ultramontano en sus últimos años, demagogo en un principio, y
siempre cuando joven, como cuando viejo, de gran talento. Sus obras, sus
discursos y sus cartas políticas son un modelo de elocuencia, que se cita con
orgullo por todos los amantes de las buenas letras.
También nació en Don Benito Alonso Martín, célebre marino que allá en el siglo XVI acompañaba en América a nuestros capitanes y Don Alonso de Mendoza, compañero de Martín en el Nuevo Mundo.
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Donoso Cortés |
También nació en Don Benito Alonso Martín, célebre marino que allá en el siglo XVI acompañaba en América a nuestros capitanes y Don Alonso de Mendoza, compañero de Martín en el Nuevo Mundo.
CONTINUARÁ
(1) Fuente: Nicolás Díaz y Pérez, escritor y masón de Carmen
Poyan Rasillas
(2) La Gloriosa o Revolución de Septiembre, también conocida
por la Septembrina, fue una sublevación militar con elementos civiles que tuvo
lugar en España en septiembre de 1868 y supuso el destronamiento y exilio de la
reina Isabel II y el inicio del período denominado Sexenio Democrático.