EL DOBLAO
Este templo, espectacular por fuera, lo es mucho más por
dentro. Estas fotos nos muestran ni más ni menos que el espacio comprendido
entre las bóvedas y la cubierta, lo que aquí solemos llamar “el doblao” y puedo
deciros que, al contrario que el austero de la iglesia de San Sebastián, éste
es espectacular por su magnitud y contemplarlo ha sido un privilegio.
Hay que
imaginar lo fastuosas que debieron ser las cerchas originales de madera que
sostenían el tejado, hoy son cerchas metálicas. Tiene este espacio una pasarela
de madera que lo cruza de lado a lado, también se pueden ver los refuerzos de
algunos nervios de las bóvedas.
LA FIRMA
Sobre la puerta del evangelio, en el interior de la Iglesia
de Santiago de Don Benito, vemos este rótulo sobre una pieza de madera, dice lo
siguiente: MAESTRO PEREA, AÑO 1781 y una firma.
Ese mismo año, un astrónomo
inglés llamado William Herschel observa por primera vez a Urano, séptimo
planeta desde el Sol. En Nueva España (Estados Unidos), en la región conocida
por los nativos como el "Valle del Humo", Gaspar de Pórtola y
Junípero Serra fundan el pueblo de la "Reina de los Ángeles", que en
el futuro se convertirá en la populosa ciudad de Los Ángeles.
También en ese
año tras intentar, y no lograrlo, descuartizar vivo atando cada una de sus extremidades
a sendos caballos, se decapita públicamente en Cuzco (Perú) a "Túpac
Amaru", instigador de la rebelión indígena en el país. Los peruanos lo
considerarán un caudillo preindependentista. Todo esto sucedía mientras el
maestro Perea firmaba esta puerta.
EL CONJURATORIO
Situado sobre la puerta de entrada, en la fachada principal
de la iglesia, hay un balcón al que se accede desde el doblao. Este tipo de
balcones en otro tiempo se conocían como “conjuratorios”, el sacerdote lanzaba
conjuros contra las plagas y tormentas o realizaba distintos rituales
propiciatorios como la bendición de los campos.
Esta antigua práctica, ya en desuso,
trataba de alejar el mal que podían engendrar los elementos atmosféricos sobre
la feligresía, indefensa entonces ante la fuerza del rayo, el viento, la
tormenta, el frio o la nieve. Por extensión, el mal podía venir también en
forma de inundaciones o riadas que anegaban los campos o también de
enfermedades, como la peste, que diezmaban la población.

Una oración popular conocida como “Tentenublo” (Detente, nublado)
dice lo siguiente: Tentenublo, tente en ti, no te caigas sobre mí; guarda el
pan, guarda el vino, guarda los campos, que están floridos. Esta oración,
asociada a los rituales del conjuratorio, junto con el toque especifico de
campana para ahuyentar las tormentas, protegían a la población del mal que
sobre ellos se cernía y atemorizaba.
Me encanta lo que cuentas! No tenía idea de las interioridades de la iglesia ( que, por cierto, me gustaría visitar) y el resto es muy interesante. Genial lo de incluir una información horizontal en el tiempo...A los que nos flipa la Historia nos ayuda a relacionar acontecimientos y a los que no, les instruye. Un abrazo.
ResponderEliminarNací en Don Benito en 1964, y me bautizaron en la iglesia de Santiago. Me ha encantado conocer estas pinceladas históricas del templo.
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