viernes, 26 de febrero de 2021

ÑUFLO DE CHAVES


Tal día como hoy, 26 de febrero, pero de 1561, el conquistador y explorador extremeño Ñuflo de Chaves, funda a orillas del arroyo Sutó, (Virreinato del Perú) la que hoy es una de las ciudades más importantes de Bolivia, y la nombra Santa Cruz de la Sierra, en honor al pueblo que le vio nacer en 1518 y que se encuentra en la provincia de Cáceres.
 

 
 
Murió 7 años después a manos de los indígenas de las tribus guaraníes conocidas como itatines, el 3 de octubre de 1568, tan solo tenía 50 años. Según el cronista Ruy Díaz de Guzmán, un cacique (llamado Porrilla) lo invita a descansar y, tumbado Chaves en una hamaca, habiéndose quitado la celada “para orearse”, se acercó por la espalda y le partió el cráneo de un terrible golpe de macana.
 
 

 
 
Ñuflo había acompañado al legendario Alvar Núñez Cabeza de Vaca junto con otros 80 sufridos españoles en una expedición en busca del mítico “Eldorado”. También exploró gran parte de los territorios del Paraguay y de la actual Bolivia.
 
 
Notas: 
 
Una macana es un arma a manera de machete o de porra, hecha con madera dura y a veces con filo de pedernal, que usaban los indios americanos.
 
La celada es la parte de la armadura que cubría y protegía la cabeza, generalmente provista de una visera movible delante de la cara.

jueves, 18 de febrero de 2021

BLOODY MARY



Fue la única hija del rey Enrique VIII y su primera esposa, la española Catalina de Aragón, que logró sobrevivir hasta una edad adulta.


Reinó en Inglaterra del 19 de julio de 1553 hasta su muerte el 17 de noviembre de 1558. Maria Tudor nació el 18 de febrero de 1516, en el Palacio de Placentia en Greenwich, Inglaterra. A los 6 años fue prometida a Carlos I de España pero tres años después el compromiso sería roto. En 1525, fue nombrada princesa de Gales y por lo tanto, heredera a la corona. Frustrado por la falta de un heredero varón, en 1533 su padre, el rey, declaró su matrimonio con Catalina de Aragón nulo, alegando que debido a que se había casado con la esposa de su difunto hermano, el matrimonio era incestuoso. Rompió relaciones con la Iglesia Católica y en noviembre de 1534 firmaba el Acta de Supremacía según la cual el rey se erigía como cabeza de la iglesia anglicana y como tal podía decidir sobre la nulidad de su propio matrimonio y se casó con una de las doncellas de Catalina, Ana Bolena. 



Después de que Ana diera a luz a una niña, temió que María planteara un desafío a la sucesión al trono y presionó al Parlamento para declarar a María ilegítima. Esto colocó a la princesa fuera de la sucesión al trono, incluso se le prohibió hablar o escribir a su madre, aunque antes de su muerte su padre, arrepentido, la reestablecería en la línea sucesión al trono. Enrique, como es sabido por todos, acusó a su nueva esposa Ana Bolena de traición, siendo esta decapitada en 1536 y su hija Isabel al igual que Maria sería apartada también de la sucesión a la corona. El rey se casó nuevamente en esta ocasión con Jane Seymour, quien finalmente le dio un varón, Eduardo, que subiría al trono tras su muerte, pero era un niño de delicada salud y murió al poco tiempo de reinar a la temprana edad de 15 años. Después de la muerte de Eduardo, María y sus partidarios desafiaron y depusieron con éxito a la nueva reina, Lady Jane Grey, la nieta de la hermana menor de Enrique VIII, subida al trono tras un acuerdo secreto entre Eduardo y sus consejeros anulando una decisión del rey Enrique VIII.




Una de las primeras resoluciones de María fue la de reestablecer el matrimonio de sus padres. Era consciente de que si no tenía hijos, el trono pasaría a su hermanastra, la siguiente en la línea sucesoria, la protestante, Isabel. Necesitaba un heredero católico para continuar con sus reformas. Para lograr este objetivo, se casó con Felipe II, rey de España.





 El 6 de enero de 1554 se celebró la boda, Felipe no estaba presente, fue el conde de Egmont, un aristócrata flamenco quien le representó. Durante la noche de bodas el noble se acostó en el lecho de la reina para públicamente cumplir simbólicamente con la tradicional costumbre, estaba cubierto de la cabeza a los pies con la armadura de Felipe ya que no tenía poderes para mayores intimidades.


 
La ceremonia real de la boda tuvo lugar en la Catedral de Winchester el 25 de julio de 1554 y es cuando los recién casados pudieron verse por primera vez. Pasaron la luna de miel en el castillo de Windsor. Ella se enamoró ciegamente pero fue un amor no correspondido. Sufrió dos falsos embarazados. Su marido pasó la mayor parte del tiempo gobernando sus territorios en Europa continental mientras su esposa permanecía en Inglaterra. En marzo de 1557, volvió a su lado pero sólo para pedirle hombres y dinero para la guerra contra Francia. Tras cuatro meses de estancia y conseguida la ayuda inglesa, Felipe volvió a Flandes y nunca regresó. De su matrimonio no obtuvo el tan deseado hijo y de su alianza con España, obtuvo una guerra con Francia que le costaría la perdida de sus últimas posesiones continentales. 


 

Al principio, reconoció el dualismo religioso de su país, pero su verdadera intención era devolver a Inglaterra al seno de la Iglesia católica, revocó muchos de los edictos religiosos de su padre, siendo sustituidos por los suyos, que incluía una estricta ley de herejía. La aplicación de esta ley supuso la condena a morir en la hoguera a más de 300 protestantes tratados como herejes. Estas persecuciones religiosas la hicieron extremadamente impopular, ganándose el famoso apodo "Bloody Mary" (María la sanguinaria). Sin hijos, y por tanto sin el ansiado heredero, sola y enferma pues padecía un cáncer de ovarios, murió a los 42 años rota de dolor en el palacio de San Jaime en Londres, el 17 de noviembre de 1558.


jueves, 11 de febrero de 2021

DON SATURNINO



D. Saturnino Martín Cerezo.


Breves apuntes sobre Saturnino Martín Cerezo y El sitio de Baler. 

(1) “Martín Cerezo que en Madrid vive, desde hace veinte años, en la calle de Fuencarral, Nº. 98.

Hombre exacto, metódico, hombre de realidades y de deberes fielmente cumplidos, tal como se revela en su libro “El sitio de Baler”, notas y recuerdos. 

Madrid 1928

He ido, como podéis suponer, a Villa Felicia. A unos pasos del tranvía de la Ciudad Lineal está la casita, rodeada de huerto. Martín Cerezo vive en ella como un pequeño Cincinato y comprenderéis que el recuerdo histórico es inevitable. Es en la calle de Bueso Pineda. Tiene dos grandes parcelas de huerto, plantado por mano de D. Saturnino. 


Higueras y parras sobre todo; pero también otra suerte de frutales que se dan muy bien en esta tierra, aunque sea un poco dura y quizá demasiado seca, Martín Cerezo está más orgulloso de los higos y de las uvas de Villa Felicia que del sitio de Baler. 


Ha llevado allí agua en abundancia en dos grandes depósitos, albercas de tipo manchego, y atiende a todo: al riego, a la poda, a los injertos, a la lucha contra las plagas, como un buen cultivador extremeño. Es de Miajadas, en la provincia de Cáceres, y no se le irá nunca el acento de Extremadura. Martín Cerezo hubiera sido un fundador. Tiene las ideas prácticas, concretas, ampliamente utilitarias de un constructor de ciudades. Liego tarde para la conquista de América, y sólo ha conquistado un huerto en la Ciudad Lineal. 


Dentro hay una casita pequeña, limpia, bien cuidada. En verano la habitan. En invierno, la familia queda en Madrid; pero D. Saturnino va todos los días. Es su oficina, su fuerte y su reducto. Cuatro ó cinco años han bastado para transformar aquel rincón de tierra pobre en una deliciosa finca, modesta, reducida, pero útil.


Resulta que la cualidad más preciada del héroe es la utilidad, que el rasgo más firme de la personalidad de Martín Cerezo es la buena y ordenada administración. Cumplir las leyes, las ordenanzas. Cumplir el deber, sólo con esto y con ser como Martín Cerezo cualquier soldado puede llegar a héroe”.


LOS HEROES


Un 30 de junio de 1898, en Baler (Archipiélago de las Filipinas), una patrulla de soldados españoles al mando del extremeño Saturnino Martín Cerezo, cae en una emboscada. Comienza el Sitio de Baler, que se prolongará durante 337 días.


Los últimos de Filipinas

Saturnino Martín Cerezo, nació en Miajadas (Cáceres) en el año 1866. En el seno de una familia muy pobre, trabajaba de sol a sol en el campo, hasta que a los 17 años decidió ingresar en el ejército huyendo del hambre, como muchos otros jóvenes en esa época.


Casa donde nació Saturnino Martín Cerezo. Miajadas (Cáceres) - FOTO: dovane63


 En 1897 se enrolo como voluntario en el ejército de Filipinas ascendiendo en el escalafón hasta teniente. El 10 de diciembre de 1898, España firmaba en París un tratado por el que vendía Filipinas a Estados Unidos por tan solo 20 millones de dólares. 57 militares españoles entre los que se encontraba Saturnino, resistían en Baler el asedio de los rebeldes filipinos sin creerse que se había firmado un tratado de paz, heroicamente aguantaron este asedio durante casi seis meses comiendo pájaros, gatos, ratas, serpientes y perros.

(2) Iglesia de Baler indicando el lugar de las tumbas.


El 2 de junio de 1899, Saturnino rinde el sitio gracias a una noticia que leyó en un periódico. 15 hombres habían muerto por enfermedad, 2 por las balas filipinas, 6 desertado y otros 2 fusilados tras intentar pasarse al enemigo. Esta historia fue recogida por el propio Saturnino en un libro titulado “El sitio de Baler”, con notable éxito. 



En un artículo del diario ABC del 4 de Diciembre de 1945 con motivo de su fallecimiento, se cuenta que la primera edición de este libro fue traducida al inglés por el comandante Dood y que cuando el general Frederic Fonston conoció el relato, escribió en el cuaderno de “U.S. Navy Naval Proceeding”, editado por la academia Naval de Annapolis:




"Deseo que cada uno de los oficiales y soldados de nuestro ejército lea este libro. El que no se sienta animado a grandes hechos por este modesto y sencillo relato de heroísmo y devoción al deber, debe, verdaderamente, tener el corazón de una liebre”.




Esta gesta ha sido recogidas en varias películas, una del año 1945 de gran éxito titulada: “Los últimos de Filipinas”, en la que el actor Armando Calvo da vida magistralmente al teniente Saturnino Martín Cerezo, interpretación que le valdría la medalla del Círculo de Escritores Cinematográficos al mejor actor de 1945. 




La más reciente se estrenó en el año 2016, y fue calificada en su momento como de auténtica “basura” por un prestigioso escritor español.



El año pasado visité la localidad de Miajadas y tuve la ocasión de realizar estas fotos que adjunto de la Casa de Martín Cerezo y de varias placas conmemorativas.



Fuentes:

- (1) Nº. 1816 de la revista "NUEVO MUNDO” de fecha 9 de noviembre de 1928
- (2) Revista Profesional Militar de la Escala de Reversa del Ejército. Nº 36 de 1 de enero de 1931.



miércoles, 3 de febrero de 2021

LEZO




BLAS DE LEZO

Almirante español conocido como Patapalo, o más tarde como Mediohombre, por las muchas heridas sufridas a lo largo de su vida militar. 


Su espada, es de corte con guarnición de platillo fechada entre 1730-1740 y realizada en hierro y latón. Tiene una inscripción en la hoja que permite conocer el autor y el lugar de fabricación. Fue elaborada por Ciceli Mastag en la ciudad de Solingen (Alemania). 



Blas de Lezo y Olavarrieta (Pasajes, Guipúzcoa, España, 3 de febrero de 1689 – Cartagena de Indias, Nueva Granada, Imperio Español, 7 de septiembre de 1741). Su carrera militar empezó en 1704, siendo todavía un adolescente. En aquellos años, en España se sucedía una guerra entre la dinastía de los Austrias y Borbones por conseguir la corona tras la muerte del rey Carlos II, sin descendencia. Tenía 17 años cuando se enroló de guardiamarina al servicio de la escuadra francesa al mando del conde de Toulouse. Ese mismo año se quedaría cojo. La pierna la perdió en la batalla de Vélez-Málaga, la más importante de la Guerra de Sucesión, en la que se enfrentaron las escuadras anglo-holandesa y la franco-española. Fue una dura batalla en la que una bala de cañón se llevó la pierna izquierda de Blas de Lezo, pero él continuó en su puesto de combate. Después se le tuvo que amputar, sin anestesia, el miembro por debajo de la rodilla.


Cuentan las crónicas que el muchacho no profirió un lamento durante la operación. El ojo lo perdió dos años más tarde, en la misma guerra, en la fortaleza de Santa Catalina de Tolón mientras luchaba contra las tropas del príncipe Eugenio de Saboya. En esta acción y tras el impacto de un cañonazo en la fortificación, una esquirla se le alojó en su ojo izquierdo, que explotó en el acto. Perdió así para siempre la vista del mismo, pero quiso continuar en el servicio y no abandonarlo.

En septiembre de 1714 en la plaza de Barcelona recibió un balazo de mosquete en el antebrazo derecho que le rompió varios tendones y le dejó manco para toda su vida, Blas de Lezo, ahora era tuerto, cojo y manco, y solo tenía 25 años. 



Del 13 de marzo al 20 de mayo de 1741, tuvo lugar La batalla de Cartagena de Indias, entre las armadas española e inglesa. Esta batalla fue decisiva para el desenlace final de la Guerra de la Oreja de Jenkins (1739–1748), uno de los conflictos armados entre el España y Gran Bretaña ocurridos durante el siglo XVIII. Esta nueva Armada Invencible de 195 navíos, era mayor que la de Felipe II, y la segunda más grande de todos los tiempos, después de la armada aliada que desembarcó en Normandía en la II guerra Mundial . El ejército inglés, comandado por el almirante Edward Vernon, trató de invadir Cartagena de Indias con 32.000 soldados y 3.000 piezas de artillería. Cartagena estaba defendida por 3.600 soldados y 6 navíos españoles.


Inglaterra estaba tan segura de su victoria que el rey inglés mandó acuñar monedas celebrando su triunfo, en las que se leía "la arrogancia española humillada por el almirante Vernon y los héroes británicos tomaron Cartagena, abril 1, 1741, en ellas aparecía Blas de Lezo representado de rodillas entregando su espada al almirante Vernon, eso sí, un Lezo muy completito con todas sus piernas, brazos y posiblemente ojos ... increíble ¿no?. Fue tal la derrota que el Rey de Inglaterra, Jorge II prohibió hablar de ella o que se escribieran crónicas alusivas al hecho, como si nunca hubiese ocurrido.

Mientras en su retiro, el almirante Vernon se alejaba de la bahía con su armada destrozada le gritaba al viento una frase: 

"God damn you, Lezo!" (¡Que Dios te maldiga Lezo!). 

En respuesta escrita a Vernon, Blas de Lezo pronunció la inmortal frase:

“Para venir a Cartagena es necesario que el rey de Inglaterra construya otra escuadra mayor, porque ésta sólo ha quedado para conducir carbón de Irlanda a Londres, lo cual les hubiera sido mejor que emprender una conquista que no pueden conseguir.” 


Blas de Lezo falleció en Cartagena de Indias al contraer la peste, enfermedad generada por los cuerpos insepultos (casi todos ingleses) ocasionados por los sucesivos combates.