lunes, 7 de agosto de 2017

LA RUEDA DE BEDA

Es un dispositivo adivinatorio muy antiguo basado en la numerología. Su propósito principal es pronosticar el resultado de una enfermedad, aunque se dice que sirve para predecir cualquier cosa. 

  El primer dispositivo de este tipo aparece en un papiro greco-egipcio del siglo IV d. C. Se piensa, no obstante, que su invención se produjo en ámbito grecoparlante unos doscientos años antes. En la Edad Media lo encontramos representado en numerosos manuscritos griegos y latinos. En la Edad Moderna la Rueda aparece impresa en la obra de numerosos eruditos y polígrafos de toda Europa Estos dispositivos suelen contar con tres tablas de valores numéricos, correspondientes, respectivamente, a las letras del alfabeto, los días de la semana y los días del mes lunar. Funciona de la siguiente manera: Primero se sumaban los valores numéricos del nombre del enfermo, del día de la semana y del día del mes lunar. Luego se dividía todo por un valor fijo, 29 o 30 (según las versiones), correspondiente al número de días del mes lunar. Por último, el resto obtenido de esta división se buscaba dentro del diagrama para conocer el pronóstico de la enfermedad. Si el número caía en la parte de la mors, significaba muerte (mors maior) o enfermedad grave (mors minor); si lo hacía en la parte de la vita, significaba enfermedad leve (vita maior) o difícil y prolija convalecencia (vita minor). 


La imagen corresponde a una rueda de Beda aparecida en un proceso de fe seguido en 1776-1777 por el Tribunal de la Santa Inquisición de Valencia contra Manuel Montaner, «labrador, vecino de la villa de Oliva», por sortilegio, superstición y magia. Se conserva en el fondo documental del Tribunal de Distrito de la Inquisición de Valencia.




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