viernes, 23 de marzo de 2018

DON BENITO. VIERNES SANTO 2017


NUESTRA SEÑORA DE LA SOLEDAD 



Esta primorosa imagen se encuentra en la iglesia de Santa María de Don Benito, fue adquirida en el año 1991 y es obra del afamado imaginero Antonio Bernal Redondo. Este escultor nació en Córdoba el 13 de febrero de 1957. Se graduó en Artes y Oficios en 1976, trabajando como delineante, aunque continuó su formación para convertirse en imaginero. En 1987, la Hermandad de la Merced realizó en la Diputación de Córdoba, la exposición "El arte en el diseño de las cofradías" invitando a participar a varios artistas, entre ellos a Antonio Bernal. Este evento dio impulso a su carrera, teniendo su primer encargo, un Nazareno para Adamuz. Después crea un taller junto con su amigo, también imaginero, Francisco Romero Zafra, con el que realizó múltiples obras destinadas a diferentes hermandades de penitencia. En el año 2001 ambos artistas deciden separarse, y Antonio instala su propio taller que actualmente se encuentra en la Plaza de las Doblas de Córdoba.



 Esta imagen sale en procesión el Viernes Santo y su paso tiene un peso de 850 kg. Tiene 100 cirios y es llevado por 36 costaleros. 




PULSAD PARA VER EL VIDEO

LA SOLEDAD DE HEBREA



Cuando llega la época de Cuaresma, como es costumbre en los últimos años, las Vírgenes de nuestras iglesias abandonan sus ostentosas vestimentas de dolorosas reinas y dejan a un lado sus coronas, joyas y suntuosos mantos con bordados de oro por la sencillez del atuendo conocido como “de hebrea”, una manera idealizada del modo de vestir de las mujeres en la época en que murió Jesús. De esta manera ataviada vemos a la Virgen de la Soledad que se encuentra en la iglesia de Santa María de Don Benito. Se dice que el origen de esta moda se encuentra, como no, en Sevilla, por iniciativa del bordador Juan Manuel Rodríguez Ojeda, el cual configuró un atuendo consistente en manto azul en raso con vueltas en blanco, saya de terciopelo rojo, rostrillo de tul ribeteado con una tela combinada con el fajín en rayas de colores y se corona a la Virgen con un sencillo aro de estrellas. También se visten a las vírgenes de hebrea durante la Navidad.

SANTA MARIA


En esta iglesia: me bautizaron, hice la primera comunión, me case… y poco tiempo más tarde también se bautizaron en ella mis hijas. Aquí despedimos a mis seres más queridos y algún día será también, irremediablemente, mi punto de partida (toco madera). Es por todo esto y por muchas cosas más, por lo que siento un gran cariño por este templo, pues unas veces he reído y otras he llorado dentro de sus muros.



Santa María está situada en el tranquilo barrio de San Gregorio, su construcción comenzó allá por el año 1881 bajo el mecenazgo de Doña Consuelo Torres Isunza y fue terminada en el año 1888. Su estilo es neorománico. En el exterior, se han utilizado sillares de gran tamaño, el grueso de los muros está hecho con mampostería de piedras irregulares unidas por un conglomerado. El arquitecto don Vicente Paredes Guillén, fue el autor de este edificio y también de la iglesia de San Juan.

En la iglesia hay una lápida de mármol blanco con letras de relieve dorado que dice:

“La Señora Doña María del Consuelo Torre Isunza y Alguacil Carrasco. Falleció el 1º de Junio de 1876 y por su disposición testamentaria dedicó 250.000 pesetas de su peculio a la construcción de este templo y le dotó con 2.500 pesetas anuales para el culto y cargas de esta piadosa fundación. Su esposo Don Antonio Cabezas Manzanedo, cumplidor de su última voluntad terminó la obras en 31 de Mayo de 1888 bajo la dirección del Arquitecto Don Vicente Paredes y Guillén. Don Benito la nombró “Hija Predilecta” de la población en el año 1890″.

EL ATRIO



A los que somos del barrio de San Gregorio nos ha sonado siempre esta palabra, ATRIO, no sé si a vosotros os sonará. Mi madre cuando era pequeño me preguntaba: ¿de dónde vienes a estas horas?, y yo le contestaba: de jugar en el atrio… Un atrio es un espacio situado a la entrada de las iglesias, es decir, un patio. En otros lugares, estos espacios se encuentran señalizados con columnas y cadenas ya que se los considera lugares sagrados. 

Este atrio, en el año de 2006 fue bendecido por el obispo de Plasencia, Amadeo Rodríguez, pasando a llamarse “Atrio de la paz, Juan Pablo II”, por iniciativa de la Cofradía de Nuestra Señora de la Soledad y el Santísimo Cristo de la Paz y se descubrió una placa conmemorativa que reza lo siguiente: 

ATRIO DE LA PAZ. Juan Pablo II “Nunca más la guerra, nunca más la violencia, Nunca más el terrorismo”. “La Paz, una tarea permanente” 25 de Abril de 2006, 5º Aniversario de los Actos por la Paz. Cofradía Ntra. Sra. De la Soledad y Stmo. Cristo de la Paz. 



No hay comentarios:

Publicar un comentario