viernes, 25 de agosto de 2017

LA DISCIPLINA DEL ACERO. CAPITULO SEGUNDO



LA ESPADA LOBERA

El Rey Fernando III (1199-1252) “EL Santo”, nos legó una de sus más famosas armas, la espada llamada “Lobera”. Es una espada de hoja plana y dos filos, que mide 0,854 m de largo y 0,053 m por la parte más ancha, disminuyendo, casi insensiblemente, hasta terminar en punta redonda. El origen del nombre “lobera” puede deberse según los estudiosos, a las siguientes razones. Que fuera una espada de caza, se supone que para matar lobos y otros animales, que fuese una espada de vestir juntamente con la prenda llamada “Loba”, especie de vestido talar, o simplemente porque fuera el nombre que le diera el Rey. La espada perteneció originalmente al conde Fernán González. La espada no pasó al heredero, futuro Alfonso X si no que en su lecho de muerte el Rey Fernando se la donó a su hijo menor el infante Don Manuel cediéndosela con las siguientes palabras: “Non vos puedo dar heredad ninguna, mas dovos la mi espada Lobera, que es cosa de muy grande virtud et con que me fizo Dios a mi mucho bien”.

La espada se conserva en la Catedral de Sevilla de donde cada año es sacada en procesión para conmemorar la reconquista de la ciudad en 1248 por el Rey San Fernando. La porta el alcalde de la ciudad, empuñándola por la punta, pues solo el Rey puede hacerlo por la empuñadura.
 
LA ESPADA DE SANCHO IV

La espada del rey Sancho IV "el Bravo" de Castilla y León. Pertenece al Tesoro de la catedral de Toledo. Sancho IV de Castilla (Valladolid, 12 de mayo de 1258 - Toledo, 25 de abril de 1295), llamado «el Bravo», fue rey de Castilla (1284-1295). 
 Era hijo del rey Alfonso X de Castilla, y de su esposa, la reina Violante de Aragón, hija de Jaime I el Conquistador, rey de Aragón. Curioso, esto parece sacado de un capítulo de “Juego de Tronos”: "El 8 de junio de 1288 se hallaba en Alfaro y discutió por cuestiones de castillos y mujeres con Lope Díaz III de Haro, VIII señor de Vizcaya y con Juan Alfonso López de Haro I, XI señor de Cameros. Agriada la discusión, ordenó que apresasen a Lope de Haro. Fue entonces cuando: ... el Conde se levantó mucho asina e dijo: ¿Presos? ¿Cómo? ¡A la merda! ¡Oh, los míos! e metió mano a un cuchillo e dejóse ir para la puerta donde estaba el Rey el cuchillo sacado e la mano alta... ballesteros e caballeros, veyendo que el Conde iva contra el Rey, firieron al Conde, e diéronle con una espada en la mano, e cortáronsela, e cayó luego la mano en tierra con el cuchillo; e luego diéronle con una maza en la cabeza, que cayó en tierra muerto". Extracto: Crónica del reinado de Sancho IV el Bravo. Claudio Sánchez Albornoz.

  
LA ESPADA DE JUAN DE CASTILLA 

Juan de Castilla el de Tarifa (Sevilla, 1262 - Pinos Puente, 25 de junio de 1319. Infante de Castilla e hijo de Alfonso X de Castilla y de la reina Violante de Aragón. En 1296, durante la minoría de edad de su sobrino, Fernando IV de Castilla, fue proclamado rey de León, de Sevilla y de Galicia como Juan I de León, aunque en 1300 se reconcilió con Fernando IV y entró a su servicio. En 1312, tras la defunción de Fernando IV, fue nombrado tutor de Alfonso XI de Castilla, cargo que desempeñó hasta su muerte junto con la reina María de Molina y el infante Pedro de Castilla (1290-1319). Fue señor de Valencia de Campos y señor consorte de Vizcaya por su matrimonio con María Díaz de Haro, y fue además señor de Baena, Luque, Zuheros, Lozoya, Villalón, Oropesa, Santiago de la Puebla, Melgar de Arriba, Paredes de Nava, Medina de Rioseco y Castronuño, y desempeñó los cargos de alférez del rey y mayordomo mayor del rey. Fue además adelantado mayor de la frontera de Andalucía. Murió en el Desastre de la Vega de Granada, acaecido el día 25 de junio de 1319.

El Desastre de la Vega de Granada fue un combate librado el día 25 de junio de 1319 en la localidad granadina de Pinos Puente, cerca de la ciudad de Granada, entre las fuerzas de la Corona de Castilla y las del reino nazarí de Granada. 

También es conocida con el nombre de batalla de Elvira, o batalla de Sierra Elvira. La batalla supuso un desastre para el reino de Castilla y León, y en la misma perdieron la vida dos de los tutores de Alfonso XI, que gobernaban en nombre del rey por ser menor de edad, y que capitaneaban las fuerzas cristianas en la batalla. Los dos tutores fallecidos eran el infante Juan de Castilla, hijo de Alfonso X, y el infante Pedro de Castilla, hijo de Sancho IV y de la reina María de Molina. A la muerte de los dos infantes, María de Molina quedó como única tutora del rey durante un tiempo, hasta que fue acompañada en la tutoría, en 1320, por el infante Felipe de Castilla, su hijo, y por don Juan Manuel, nieto de Fernando III.


LA ESPADA DE JAIME I

El Rey Jaime I de Aragón, “El Conquistador” tenía una espada y también un espadón de dos manos, conocido como su espada de batalla. Jaime I, Rey de Aragón, de Mallorca y de Valencia, Conde de Barcelona y de Urgel y Señor de Montpellier, nació en Montpellier el 2 de febrero de 1208 y murió en Alcira el 27 de julio de 1276; reinó en Aragón (1213-1276), en Valencia (1239-76) y en Mallorca (1229-1276), conde de Barcelona (1213-1276), señor de Montpellier (1219-1276) y de otros feudos en Occitania.


La leyenda de las marcas de la Catedral de Valencia:

En la Puerta del Palau de la Catedral de Valencia, la más antigua de todas, existe en su parte derecha unas enigmáticas marcas realizadas en la piedra que han originado varias leyendas. Aunque los historiadores defienden que se trata de las marcas de los canteros que participaron en la construcción de la catedral existen bonitas leyendas que el pueblo valenciano se encargó de crear y transmitir. En una de ellas se cuenta que estas líneas las fueron realizando los caballeros que, antes de acudir a la batalla, iban a orar a la catedral. Después pasaban su espada por la piedra como símbolo de pedir perdón por las muertes que su filo iba a causar.

LA CIMERA DE JAIME I

La Cimera era un adorno que se situaba en la cima del yelmo de los caballeros. Recibió este nombre porque recordaba las crestas de plumas que poseen algunas especies de aves sobre sus cabezas al estar colocaba en la parte superior del casco. Las cimeras también comenzaron a figurar en las representaciones de los yelmos que se encuentran situadas en el timbre heráldico, uno de los elementos empleados como adornos exteriores del blasón.

La de la foto que adjunto, se conserva en la armería del Palacio Real de Madrid. Se identificó después con Jaime I. Esta en concreto procede de Mallorca, donde, como cuenta Antoni Furió «se utilizaba en la Fiesta del Estandarte, que conmemora la conquista de la ciudad. En 1831 fue reclamada por la monarquía española y desde entonces se encuentra en Madrid.

A pesar de las peticiones continuas para que sea devuelta a la isla, hasta ahora sólo se ha logrado que la Real Armería enviara una copia, de bastante mala calidad, en 1994, que se expone en dicha Fiesta del Estandarte.
Jaime I de Aragón el Conquistador (Montpellier, 1208 - Alcira, 1276) fue rey de Aragón, de Valencia y de Mallorca. Conde de Barcelona, Conde de Urgel, señor de Montpellier y de otros feudos en Occitania.








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