Dentro de la serie dedicada a los dombenitenses que tuvieron relevancia en la historia del cine en nuestro país, como fueron Florinda Chico o Alicia Romay, hoy conoceremos un nuevo capítulo: el dedicado a un destacado cineasta, guionista y director, considerado uno de los más prestigiosos del cine mudo en España. Como muchos otros personajes, su nombre es poco conocido para la gran mayoría de sus paisanos: Francisco Camacho Ruiz.
VIDEO BIOGRAFÍA DE ALICIA ROMAY. Realizado por dovane63
Francisco nació en Don Benito en la madrugada del 26 de mayo de 1887. Hijo de un farmacéutico, natural de Valle de la Serena, llamado Manuel Camacho Algaba, y de la dombenitense Encarnación Ruiz de Cáceres. Desde su infancia, mostró una gran inclinación por la pintura, influenciado por su tío materno, otro dombenitense olvidado: el pintor Narciso Ruiz de Cáceres.
Tras completar sus estudios en Badajoz y Madrid, donde cursó Filosofía y Letras, su verdadera pasión por el arte cinematográfico lo llevó a París en 1913. Allí vivió una vida bohemia y desarrolló su interés por el cine. Aunque su primer guion fue rechazado, no se rindió y continuó perfeccionando su talento en Londres, trabajando para productoras británicas como London Films, Baked Film y British International Pictures durante la Primera Guerra Mundial.
Camacho fue un pionero en el cine mudo en España, con obras como "LOS APUROS DE UN PALETO" (1916) y "EL MISTERIO DE UNA NOCHE DE VERANO" (1917), aunque estas no llegaron a estrenarse en público.
En 1922, participó como guionista en "ALMA RIFEÑA" Alma rifeña”, y en 1929 dirigió "ZALACAÍN EL AVENTURERO", la primera película española distribuida internacionalmente por Metro-Goldwyn-Mayer.
Durante la dictadura de Primo de Rivera, fundó laboratorios cinematográficos y fue nombrado vicepresidente de la Unión Cinematográfica Española en 1927.
En los años 30, su carrera alcanzó su punto culminante con dos producciones de CIFESA:
"NOBLEZA BATURRA" (1935) y "EL CURA DE ALDEA" (1936).
Durante la Guerra Civil, apoyó la causa republicana y, tras finalizar el conflicto, se exilió en Francia.
Posteriormente, emigró a América, donde ejerció como vendedor de libros en Venezuela y como fotógrafo callejero en Cuba.
Su pasión por el cine y su compromiso con la cultura lo convierten en una figura fundamental en la historia del cine extremeño y español.
Falleció el 15 de enero de 1967, a los 79 años, a causa de una trombosis cerebral en su domicilio de la calle Pajaritos. Sus restos descansan en el Cementerio Municipal San Antonio de Don Benito.
Una biografía más completa puede encontrarse en el libro “Dombenitenses entre los siglos XIX-XXI”, de Daniel Cortés González, que puede adquirirse a través de Amazon, en el siguiente enlace:
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