miércoles, 3 de noviembre de 2021

DON BENITO. EL SOFÁ


 

Tengo la suerte de conocer a Andrés, tiene ya más de 80 años, es un hombre de gran reputación y valor, muy admirado en toda la ciudad, aún recuerda el horror que vivió en su más tierna infancia, ni un solo día ha podido olvidarlo. El encuentro con un ser de pesadilla, una monstruosidad que habitaba debajo del más confortable de los muebles de su hogar: el sofá.

Me contó que no recuerda exactamente la edad, pero debía tener entre 4 y 5 años cuando sucedió. Su familia era muy pobre, su padre apenas trabajaba pues padecía una afección en los pulmones que le tenía postrado en la cama la mayor parte del tiempo y su madre, por tanto, pasaba la mayor parte del tiempo sirviendo en casas de familias acomodadas.

Apenas tenían muebles y los que tenía eran muy viejos y destartalados. Un día, en una de las casas donde servía su madre, en la calle Doña Consuelo Torre, estaban haciendo limpieza y en el doblao bajo unas sábanas encontraron algo muy aparatoso. Levantaron las polvorientas sábanas y ante sus ojos apareció un sofá tapizado de brillante raso amarillo y estampado de flores de vivos colores, la señora nada más verlo quedó pálida, como quien ve un fantasma, ella en cambio se enamoró de él, nunca había visto algo tan bonito.


 

La señora dijo a la criada que se encargara de que a ese sofá lo hicieran añicos y lo quemaran en un gran fuego, que tenía muy malos recuerdos para la familia. 

- Se hará como la señora dice, le replicó.

Al día siguiente la señora le preguntó:

- ¿Mandaste destruir aquel sofá? 

- Sí señora, ahora es leña para el hogar del Asilo de las Hermanitas. 

Algo incierto, pues ayudada por un cuñado llevaron el sofá a su casa y lo instalaron en el salón.

Una tarde de verano, Andrés estaba jugando a las canicas sobre una manta que su madre había tendido en el suelo junto al sofá, una de sus canicas, su favorita, rodó hasta meterse debajo, por mucho que bajaba la cabeza no podía verla, su madre estaba trabajando y su padre descansaba en la cama, por lo que no había nadie lo suficientemente fuerte como para levantarlo, la única forma de recuperarla era meter su mano por debajo del sofá.

En un primer intento la canica se resistía, se resbalaba de sus pequeños dedos, sacó la mano y lo intentó desde otro ángulo y tampoco, no había manera, cuando la retiraba y ante su asombro, emergió desde la oscuridad una mano delgada y con dedos afilados, como la de una bruja y trató de agarrarle.

- Ah, ah, mamaaaa! Gritó.

 


Sorprendido y asustado, sentado en el suelo y arrastrándose hacia atrás, trataba de alejarse del sofá cuando la fría y oscura mano de nuevo emergió, en esta ocasión algo sostenía entre sus dedos, era una pequeña caja metálica que agitaba y sonaba como si la canica estuviera dentro, esperando quedó la espectral mano por unos instantes a que el niño la recogiera, pero éste estaba paralizado y finalmente se retiró debajo del sofá.

Cuando llegó su madre le encontró sentado en la manta, entre llantos explicó a su madre lo sucedido, ella trató en vano de calmarle. Ayudada por una vecina levantaron el pesado sofá para que Andrés se quedara tranquilo, pero allí no había nada, solamente su canica.

Han pasado los años, su madre ya mayor, enferma y cansada, para sorpresa de Andrés le recordó antes de morir el incidente del sofá e incluso parecía perturbada por su recuerdo.

Lo que no recordaba Andrés es que poco tiempo después de lo sucedido, sus padres se deshicieron del sofá, después de que su señora les contara que su anterior propietaria, su madrasta, había muerto sobre él, estrangulada por uno de sus criados que trató de robarle su joya más preciada, una gran perla que guardaba celosamente en un pequeño joyero metálico. 

 


 

Dicen que la valentía no es algo con lo que se nace, sino una virtud que se gana con el tiempo. Porque antes de encontrarla se necesita sentir un inmenso miedo y muchas ganas de ser mejor.

 

1 comentario:

  1. La "avaricia", a veces tremenda, pero el ser humano, NO cae en "eso", somos una " máquina" muy compleja de entender, ...!?!?!?

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