sábado, 23 de mayo de 2020

DON BENITO. LA ASUNCIÓN DE LA VIRGEN



En la calle lateral derecha, segundo piso del retablo de la iglesia de Santiago, se encuentra una copia realizada por Juan Aparicio Quintana de un cuadro de un pintor poco conocido, llamado Juan Martín Cabezalero. Titulado: La Asunción de la Virgen.

Está fechado (el original) entre los años 1665/70 y se conserva en el Museo del Prado de Madrid. El autor se basó en una estampa de un cuadro Rubens para realizarlo. 




Este artista nació el año 1633 en Almadén, pero su carrera la desarrolló en Madrid, siendo discípulo Juan Carreño de Miranda, pintor de corte del rey Carlos II de España. Su obra es corta y poco conocida pues la muerte le llegó muy joven, a la temprana edad de 40 años.

En este cuadro vemos representada la subida al cielo, ayudada por los ángeles, de la Virgen María, mientas un grupo de personajes observan atónitos su sepulcro vacío. La gama de colores utilizada por Cabezalero refleja una gran influencia de la pintura flamenca. El original fue comprado por el rey Fernando VII para el Palacio Real de Aranjuez. Antiguamente estuvo atribuida a otro discípulo de Carreño, a Mateo Cerezo.

Juan Aparicio fue la piedra angular de la pintura del siglo pasado en nuestra ciudad, discípulos suyos fueron nada más y nada menos que: Antonio Gallego Cañamero, Antonio Reyes Huertas, José Gallego Sánchez “Pepe Sefui”, Pedro Casado García, Antonio Martín-Romo Sánchez, Antonio Martín-Romo Morales y muchos más. 




Muy acertadamente el Cronista Oficial de Don Benito, D. Diego Soto Valadés, dice de él:

“Juan Aparicio es una figura eminente de la pintura y el arte en Don Benito, representa toda una etapa en la vida de nuestra Ciudad, sin estridencias”. 




Yo creo Diego, que tienes mucha razón y que merece la pena acercarse a este templo tan solo para contemplar estos cuadros, no hay que entender mucho para darse cuenta de que fueron realizados por la mano de un gran maestro.

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