miércoles, 13 de mayo de 2020

13 DE MAYO



Tal día como hoy 13 de mayo pero de 1981, en la plaza de San Pedro de la Ciudad del Vaticano, el Papa Juan Pablo II resulta gravemente herido por los disparos de un mercenario turco llamado Ali Agca, curiosamente en la misma fecha, pero 64 años antes… 




tres niños conducen un pequeño rebaño de ovejas a pastar a unos campos muy parecidos a los que podemos ver en el entorno de Don Benito, donde el rey es la encina y sus súbditos, el cantueso y la torvisca, los niños se llaman: Lucía, Jacinta y Francisco.




Es una mañana espléndida de primavera y todo hace presagiar que así seguirá por el resto del día. Es mediodía, después de disfrutar de la merienda que les ha preparado con cariño su madre, María Rosa, los tres niños se ponen a jugar como acostumbran, las risas inundan todo el prado hasta que Lucía, la mayor de ellos, se detiene en seco cuando persigue corriendo a Francisco. 

- ¿Qué pasa Lucía? Le pregunta Francisco.



- No sé, me ha parecido ver un… relámpago. Será mejor que reunamos el rebaño y volvamos a casa, no sea que se acerque una tormenta como la de ayer. 



La pequeña Lucía presiente que algo muy extraño sucede, no es normal lo que han visto sus ojos y no quiere asustar a los pequeños, por eso ha dicho lo de la tormenta.

- Pues venga, ¡démonos prisa!, asustados al unísono Jacinta y Francisco replican.

De repente otro relámpago, éste mucho más fuerte, hace encoger sus corazones, un silencio aterrador se hace de pronto, una extraña y brillante luz aparece sobre lo alto de una pequeña encina, esta luz los ciega, los tres quedan inmóviles, paralizados… sus ojos no parpadean, quedan como hipnotizados, la luz se va atenuando poco a poco y pequeña figura se deja entrever dentro de ella. En ese momento, una suave voz celestial pero que al mismo tiempo retumba en sus cabezas como un trueno, surge de la luz y dice:



 - No temáis, no os haré daño.



- ¿De dónde es Vd.? Le pregunto Lucía.

A lo que la extraña voz responde:

- Vengo… ¡del cielo!

El resto de la historia supongo que ya la conocéis y si no, otro día os la cuento. Lucía describiría posteriormente lo que contempló ese día como:

Imagen Virgen de Fátima en la Iglesia de San Juan de Don Benito


"Una Señora vestida de blanco, más brillante que el sol y esparciendo luz más clara e intensa que un vaso de cristal lleno de agua cristalina atravesado por los rayos del sol más ardientes”.





En 1983 y milagrosamente recuperado de sus heridas, el Papa visitó a su agresor en la cárcel y ante las cámaras de televisión de todo el mundo le otorgó el perdón.



La bala que atravesó al Papa se encuentra engarzada en la corona de Nuestra Señora de Fátima.

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