ATENTADO CONTRA LA REINA DE ESPAÑA

2 de Febrero de 1852, un extraño personaje, amparado por su vestimenta pues es un cura, consigue burlar a la Guardia que protege a la reina Isabel II de España y en uno de los pasillos del palacio se encuentran cara a cara, lleva escondido bajo su sotana un estilete y con él asesta a la reina una puñalada bajo las costillas.

Corsé de la reina, aún se pueden apreciar restos de sangre.

Afortunadamente la herida fue leve pues el corsé y los ropajes de la reina amortiguaron la estocada. El agresor, fue inmediatamente apresado por la Guardia.

Al día siguiente se celebró el juicio (en nuestros días habría tardado en llegar) y se le sentenció a morir en garrote vil y al pago de las costas del juicio. El día 5 la audiencia de Madrid confirmó la sentencia y el sábado 7 de febrero a las 12 de la mañana, el cura de 65 años Martín Merino Gómez, salió de la cárcel del Saladero maniatado y a lomos de un burro dirección al lugar donde se había instalado el patíbulo y ante una gran concurrencia de público fue ejecutado. 

Posteriormente su cuerpo fue quemado y sus cenizas esparcidas en una fosa común.

 

La Reina Isabel ya habría sufrido otro atentado, concretamente 5 años antes, el 4 de mayo de 1847, cuando un abogado gallego, Ángel de la Riba, disparó dos veces contra ella, pero su mala puntería hizo que las balas solo rozaran su sombrero. También fue condenado a la pena de muerte, aunque se le conmutó por veinte años de prisión, pero no cumpliría la sentencia ya que salió de la cárcel 2 años después beneficiado por una amnistía.

Un regicida es aquel que mata a un rey, una reina, al príncipe heredero o al regente, o que lo intenta.