lunes, 14 de junio de 2021

UN OVNI SOBRE MEDELLIN



ME ENTRO UN MIEDO QUE NO ME CABIA EN EL CUERPO




14 de junio de 1974, son las 5:30 de la mañana, Santiago Pulido Romero, un agricultor de Medellín, se dirige a su trabajo a bordo de un viejo Renault 4, cruza el puente sobre el rio Guadiana y cuando se dirige hacia la N-430 observa en ese momento una potente luz a baja altura, en un lateral del castillo, que le sigue.

 Esto es un extracto de lo que contó a los medios de comunicación en su día: 

“Al pasar esa arboleda, una fuerte luz me dio en los ojos. Vi un cacharro muy extraño que volaba a una altura baja, calculo que a unos cien metros de altura...” “...Estaba a un lado del castillo. Como el aparato venía hacia mí, me entró un miedo que no me cabía en el cuerpo...” “...Ante la proximidad de este artefacto, que se me venía encima, con un torrente de luz vivísima, opté por apagar las luces de mi coche. Noté entonces que se alejaba de mí...” “...Pero creo que se desplazaba muy lentamente, siguiendo mis movimientos. En algún momento, sí, recuerdo que me pareció como si flotase...” “...Cuando se me acercó por segunda vez pude ver claramente que en su interior, iluminado con una luz muy brillante y a la vez muy bonita, estaban tres hombres muy altos, a no ser que el cristal fuera de aumento. Tres hombres hechos y derechos, de pie, con unos aparatos muy raros.” “...Pues hasta que empezó a apuntar el sol, que fue a eso de las siete. Fue entonces cuando se fueron a gran velocidad, perdiéndose en dirección a Villanueva...”




Las foto adjuntas son del periódico “La Gaceta del Norte” del día 22 de junio de 1975 y el que está junto a Santiago Pulido y firma el reportaje es nada más y nada menos que un jovencito llamado J.J. Benítez.





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