domingo, 11 de marzo de 2018

DON BENITO. Procesión: Cristo de Medinaceli 2017



CRISTO DE MEDINACELI



Esta talla es obra del imaginero Jesús Méndez Lastrucci, bisnieto nada más y nada menos que de Antonio Castillo Lastrucci, autor de nuestro Cristo de la Buena Muerte.


Martes Santo. Procesión del Cristo de Medinaceli
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 CRISTO DE LA BUENA MUERTE



Esta imagen se encuentra bajo un arco de piedra perteneciente a la portada de la desaparecida Capilla de la Soledad en la Parroquia de Santiago de Don Benito. Fue donada por la Condesa de los Campos de Orellana Doña Luisa Torre Galeano. Es una obra del escultor sevillano, Don Antonio Castillo Lastruchi. Fue tallada en 1939 y está considerada como una obra de arte. Fue restaurado en el año 1994 por Juan Abascal, profesor de Bellas Artes de Sevilla.


LOS TRINITARIOS
Y LA LEYENDA DEL
 CRISTO DE MEDINACELI

Escapulario bordado con una cruz en color azul y rojo, pues a Cristo se le representaba con una túnica roja y una capa azul.


Es la Cruz de la Orden Trinitaria u Orden de la Santísima Trinidad y de los Cautivos. Fue fundada esta Orden en 1193 por el francés Juan de Mata y aprobada por Inocencio III el 17 de diciembre de 1198 con la bula Operante divine dispositionis; a la que se unió la praxis de Félix de Valois (cofundador de la Orden). Es también la primera Orden religiosa no monástica y una de las principales órdenes religiosas que se extendieron por España y Europa durante la Baja Edad Media.



Existe una bonita leyenda, que supongo conoceréis sobre el Cristo de Medinaceli. Cuenta que la talla fue llevada por los Capuchinos para culto de los soldados españoles a la colonia de Mámora, renombrada por los españoles como San Miguel de Ultramar, en el norte de África (hoy Marruecos).


El día 30 de abril de 1681, esta ciudad cayó en manos del sultán alauí Ismaíl, la imagen fue también capturada y llevada a Mequínez, ciudad situada al pie de las montañas del Atlas Medio y una de las cuatro ciudades imperiales de Marruecos. La imagen fue arrastrada por sus calles en señal de odio contra la religión cristiana y aseguran que incluso, como si se tratara de carne humana, fue arrojada a las fieras. 

El Padre de la Orden Trinitaria, Fray Pedro de los Ángeles se encontraba en esos momentos en la ciudad y fue testigo de los hechos, arriesgando su vida, solicitó el rescate de la imagen. Ismaíl permitió al padre Trinitario custodiar la imagen, hasta que reuniera el dinero para su rescate, amenazándole que, de no hacerlo así, los quemaría juntos en la hoguera. 


El Padre General de la Orden mandó mediadores y estos lograron convencer al Sultán de que tasara el rescate de la imagen pagando su peso en oro. La leyenda asegura que la balanza se equilibró justamente cuándo se acumularon treinta monedas, el mismo número de monedas por el que Judas traicionó a Jesús de Nazaret.



Si precisas una mano, recuerda que yo tengo dos



2 comentarios:

  1. Gracias por acercarnos el espíritu de la Semana Santa a nuestras casas, Dovane!
    Emocionante su paso por la calle doña Consuelo Torres porque la luz que había arriba parecía el halo o nimbo de Cristo.
    Y genial el reportaje en la capilla de las Carmelitas dónde hemos podido ver también al Cristo que salía en la película de Marcelino pan y vino.
    I.R.M.
    ������

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    1. Muchas gracias a tí Isabel por tus comentarios, siempre, tan acertados.

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