La espada ha acompañado al hombre desde tiempos inmemoriales y le ha permitido conquistar imperios e impartir justicia. Es
símbolo de caballeros y de conquistadores, representa el poder.
Su fabricación ha ido evolucionando hasta convertirse en un
arte lleno de secretos que muy pocos conocen y no todos están
dispuestos a compartir, secretos que
guardan celosamente los grandes maestros armeros, los secretos de
la forja y el temple.
En esta serie veremos algunas espadas míticas que blandieron
grandes hombres de leyenda y que alcanzaron gloria y fama con ellas entre sus
manos.
Se cree que se forjó en Córdoba, a pesar de que considerables cantidades de acero de Damasco se encuentran en su hoja. Con unas medidas de 103 centímetros de largo y un peso que sobrepasa los dos kilos, contiene dos inscripciones por separado, con el anuncio de una fecha de manufactura del año 1002 y el otro citando la oración del Ave María. Según el Cantar del mio Cid, la Tizona pertenecía al rey Búcar de Marruecos y Rodrigo Díaz de Vivar se la ganó en Valencia. Tiene el pomo plano, el puño largo y cónico, forrado de alambre de hierro, el arriaz es curvo y las patillas tienen pitones.
Tras la Guerra Civil, la espada, que perteneció
a los marqueses de Falces, luego se depositó en el Museo del Ejército de Madrid
a su nueva sede en el Alcázar de Toledo. Y de ahí a su ubicación actual,
visitable, en el Museo de Burgos.
LA COLADA
La Real Armería del Palacio Real está
considerada como una de las colecciones más importantes de su género. Conserva
armas y armaduras pertenecientes a los reyes de España y a otros miembros de la
familia real, desde el siglo XIII. Entre numerosos tesoros, conserva uno
especialmente singular. Se trata de una espada hoy sin empuñadura, de brillante
hoja, con dos filos, con 92,4 centímetros de longitud y 4,8 centímetros de
anchura. Según Gaspar de Graci, autor del inventario de bienes regios, tal arma
no es otra que la Colada, la otra espada de Rodrigo Díaz de Vivar “El Cid
Campeador”, y compañera inseparable de la Tizona.
LA ESPADA DE BOABDIL
La del que fue el último rey de Granada, es
una espada jineta, un tipo de espada de producción genuinamente nazarí
introducida en la península musulmana por la tribu bereber de los zenetes.
Correspondía a un tipo de espadas rectas, de doble filo con canal hasta la
mitad, de empuñadura huesiforme y con pomo redondo, de una sola mano, y cuyos
arriaces de forma redondeada caían hacia la hoja dejando un mínimo espacio
entre sí. Pero sin duda, su característica más importante era el grandioso
trabajo y calidades de los materiales con los que se fabricaban las
empuñaduras. La espada de Boabdil mide de 97 cm. y está forjada en acero. Su
empuñadura está fabricada con plata, oro y marfil mediante técnicas de eboraria
y repujado. La funda está fabricada con cordobán al que se le han añadido
esmalte, plata, seda y oro. La espada del rey Boabdil se conserva en el Museo
del Ejército de Toledo.
LA ESPADA DE LOS REYES CATOLICOS
Esta espada se encontraba
entre las armas que Carlos V heredó de sus abuelos maternos, por lo que figura
en el llamado Inventario Iluminado de la Real Armería acompañada por una vaina
carmesí bordada con los emblemas reales. Está fechada alrededor del año 1490
tiene unas dimensiones de 134 x 27 cm. y un peso de 1835 gr.
Se encuentra
actualmente en la armería del Palacio Real de Madrid perteneció a los Reyes
Católicos y constituye uno de los objetos más emblemáticos de la Real Armería.
Es una espada de dos manos, con pomo hexalobulado de campo calado por cuatro
círculos y arriaz recto rematado a manera de medias lunas, todo ello grabado y
dorado.
La hoja, de sección almendrada, está marcada por un círculo inscrito
por un cuadrado de lados prolongados. El pomo está decorado con una haz de
flechas grabado en el anverso y un yugo atado por un nudo gordiano y follajes
en el reverso, emblemas de Isabel I de Castilla y Fernando II de Aragón
respectivamente. En el anverso de los brazos del arriaz figura el lema TANTO
MONTA de Fernando de Aragón, completado en el reverso por la invocación mariana
O MATER DEI ME MEMENTO MEI.
CONTINUARÁ
No hay comentarios:
Publicar un comentario